La plantilla del SAD (Servicio de Atención Domiciliaria) acampa desde el pasado 1 de abril exigiendo la municipalización del servicio y el fin del lucro con los servicios sociales de la dependencia.

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La situación del Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD), mayoritariamente sostenido por mujeres dedicadas al cuidado de personas mayores y dependientes en sus hogares, enfrenta serios desafíos. La prolongada espera por la concesión del servicio por parte de la Junta de Andalucía, sumada a la gestión orientada al lucro de empresas que ponen sus beneficios por encima del bienestar de los usuarios y de los cuidadores, son las razones por las que CGT ha iniciado esta acampada sin fecha de finalización.

Desde Sevilla, el personal del SAD emite una señal de alarma sobre su situación de infravaloración y desdén, tanto por parte del Ayuntamiento como por las empresas concesionarias. Este colectivo, fundamental para que muchas familias puedan cuidar a sus seres queridos en casa, padece de un reconocimiento profesional insuficiente y de condiciones laborales que son tanto precarias como indignas.

La privatización del SAD ha transformado este servicio esencial en una fuente de ingresos para empresas depredadoras, que se benefician de los fondos públicos sin aportar nada a cambio, degradando la calidad del servicio y maltratando a sus empleados.

Ante esta situación, las demandas de CGT son claras y directas:

  • Municipalización del SAD: Que el servicio se gestione directamente desde el Ayuntamiento, eliminando la participación de empresas privadas.
  • Reconocimiento profesional y mejora de condiciones laborales: Esto incluye la consideración del personal como sociosanitario y el derecho a ajustes en la edad de jubilación, propuesta a establecerse a los 60 años.
  • Seguridad y salud en el trabajo: Mejora en la adaptación de los puestos de trabajo, suministro de equipos necesarios para asegurar la seguridad y especial protección para las trabajadoras embarazadas.
  • Compensación equitativa y reconocimiento de riesgos: Compensación por los desplazamientos y reconocimiento de los peligros propios del trabajo itinerante.
  • Formación continua y reconocimiento de enfermedades profesionales: Especial énfasis en las enfermedades relacionadas con el sistema musculoesquelético y los riesgos psicosociales.
  • Mejoras contractuales y de condiciones de trabajo: Incluyendo la ampliación de plantillas, mejoras en infraestructuras, reducción de ratios y medidas para la conciliación familiar.
  • Eliminación de las listas de espera: Si todos contribuimos con nuestros impuestos, todos tenemos derecho a acceder al servicio público del SAD sin demora.

Invitamos a la sociedad a sumarse a nuestra acampada indefinida en defensa de los derechos de este colectivo esencial y de las personas dependientes, con el objetivo de garantizar servicios de cuidado públicos de alta calidad. Los cuidados no deben convertirse en un negocio.

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