Las amenazas de Renfe hacia el comité de huelga y la campaña mediática interna de los sindicatos subvencionados en defensa de determinados partidos políticos ha sido un lastre importante para que la huelga provincial del 21 de julio en Malaga tanto en RENFE como en ADIF sea un éxito absoluto de seguimiento de la huelga. Consecuencia de lo anterior y del terral suspendemos el acto de “RODEO DE VIALIA” que habíamos legalizado puntualmente.
Pese a todo, desde CGT se valora positivamente el hecho de poder seguir reivindicando el cumplimiento de la legalidad y más plantilla y mas trenes que den servicio público en nuestra provincia, todo ello a pesar de la suspensión de trenes que está alterando la normalidad ferroviaria en este día de huelga derivado de los servicios mínimos impuestos por el Ministerio de Transportes, algo por lo que desde CGT pedimos disculpas públicas a las personas usuarias afectadas.
La huelga afecta únicamente a la provincia de Málaga y da continuidad a los paros iniciados el pasado 28 de junio y consiste en la última de las jornadas de movilizaciones convocadas hasta ahora, coincidiendo con la finalización de la campaña electoral, si bien no se descartan nuevas convocatorias ante la cerrazón de las empresas públicas ferroviarias y del Ministerio de Transportes.
CGT quiere enviar un claro mensaje a toda la clase política sobre la gravísima situación que padece el ferrocarril en la provincia de Málaga y evidencia nítidamente que va a seguir defendiendo ´”el tren de todas y para todas las personas” gobierne quien gobierne.
La huelga del 21 de julio será la más visible hasta el momento y tendrán más repercusión social al suprimirse parte de los trenes habituales y demostrarse la progresión sostenida en el tiempo de las medidas de presión implementadas por CGT, que desgraciadamente se va a tener que llevar a cabo ante el desprecio a la exigencia de empleo estable y con derechos que son la principal reivindicación junto al ofrecimiento de mejor servicio público.
Los motivos por los que CGT ha convocado las huelgas tienen su base en la continua externalización y privatización de servicios públicos ferroviarios que están convirtiendo a las empresas públicas en auténticos desiertos de personal ferroviario con derechos, lo que además supone el incumplimiento tácito del Acuerdo Marco para la modernización de las Administraciones del Siglo XXI del que solo se aplica la perdida de poder adquisitivo para quienes trabajan en RENFE o ADIF, un 10% de perdida sobre IPC entre 2022 y 2023, obviando la reinternalizacion de cargas de trabajo, la reducción de jornada laboral a 35h o la compensación por el aumento de productividad en los últimos años derivado de la falta de plantilla…
El Ministerio de Transportes está llevando al ferrocarril público a una situación caótica de desmantelamiento en Málaga, dejándola sin empleo estable y de calidad y a pueblos y ciudades medias sin posibilidades de uso del servicio público ferroviario, lo que provoca que CGT no pueda permanecer impasible ante la debacle.
