El pasado 7 de septiembre el compañero Félix Potenciano Aguilera, buzo profesional, expuso y explicó al Congreso de los Diputados la urgencia de un aumento en los coeficientes reductores para la jubilación.
Los buceadores y buceadoras profesionales desempeñan un trabajo invisible a los ojos de la ciudadanía, pero estrictamente necesario para el funcionamiento de nuestra sociedad.
El colectivo además de sufrir los riesgos comunes del resto de los trabajadores/as de tierra, se enfrentan a un medio hiperbárico hostil, que los obliga a portar un pesado traje y equipo de más de 30Kg, el cual permite respirar mientras trabajan, utilizando para ello diferentes combinaciones en el porcentaje de oxígeno, nitrógeno, argón y helio.
En cada inmersión su organismo es sometido a riesgos disbáricos y otros, siendo estos los agentes causantes de barotraumas, de hipoacusias y de enfermedades descompresivas en ocasiones mortales, además de poder sufrir lesiones por organismos marinos, atrapamientos, mutilaciones, intoxicación por gases y aislamiento por la oscuridad del medio.
Todos estos agentes los obligan a una exigencia física que a medida que pasan los años va mermando y aumentando la posibilidad de desarrollar problemas físicos o enfermedades profesionales ocasionando secuelas irreversibles o incluso la muerte.
Es necesario destacar que el 50% de afectados del colectivo en su mayoría son veteranos que planificaron y desarrollaron correctamente la inmersión.
En el sector la media de edad con patologías invalidantes es de 33 años y diferentes estudios indican que difícilmente superararán la edad de 50 años en activo. La causa final de este cese laboral, probablemente sea por problemas óticos y las secuelas osteoarticulares en los diferentes grados.
Las causas más habituales de mortalidad son: el ahogamiento (principalmente en buzos con equipo autónomo), la muerte por descompresión y el atrapamiento.
Entre los años 1989 y el 2017 ocurrieron 207 casos de accidentes de buceo profesional de los cuales 59 fueron mortales y 148 graves, triplicándose la cifra de fallecimientos en los últimos años. El número de incapacidades permanentes dictaminadas entre 2014 y 2020, por el Equipo de Valoración de Incapacidad del Instituto Nacional de la Seguridad Social fue de 39 buzos profesionales.
El 66% de buzos fallecidos, sufrieron un accidente de trabajo a menos de 10 metros de profundidad.
El Instituto Social de la Marina en la reunión que mantuvo el 12 de mayo de 2022 con Félix Potenciano Aguilera, propuso un 0,30 de coeficiente reductor, pero parece insuficiente.
CGT Mar y Puertos solicita el 0,40 de coeficiente reductor para la jubilación como necesario y acorde con la profesión de buceo profesional y solicitamos la licita y necesaria retroactividad del coeficiente reductor aplicado.
Resultaría injusto que profesionales que cada día se han dejado un poco de su vida en una inmersión no obtengan beneficio del Proyecto de Ley que se debate en el Congreso, algo que por derecho propio merecemos.
CGT OOVV Almería.