Tras el fracaso de la negociación ante el SERCLA el viernes 9 de mayo, CGT ha impulsado la convocatoria de huelga desde el día 20, ante la demostrada cerrazón de la UTE formada por FCC y URBASER.
La huelga tiene dos motivos fundamentales:
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La falta de un convenio colectivo que regule las condiciones laborales, lo que ha provocado una pérdida de poder adquisitivo superior al 15 % en los últimos cuatro años respecto a la subida del IPC, así como una desregulación sociolaboral que convierte el trabajo en un entorno de condiciones selváticas.
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El mal estado general de los vehículos que la UTE pone a disposición de la plantilla, lo que supone un riesgo grave para la seguridad y salud de las personas trabajadoras en la recogida de envases ligeros del centro de trabajo de Valsequillo (Antequera), desde donde se atiende a 91 municipios de la provincia de Málaga.
Igualmente, CGT ha legalizado tres marchas a Valsequillo a paso de tortuga, coincidiendo con el primer, cuarto y séptimo día de la huelga prevista con carácter indefinido.
Desde CGT lamentamos la postura intransigente de UTE Envases Ligeros, que se niega a reconocer la labor de su plantilla, formada por medio centenar de personas trabajadoras, forzándola a iniciar una huelga que se pone en marcha como último recurso para la dignificación profesional y para garantizar la seguridad de los vehículos y, por ende, de quienes tienen que trabajar con ellos.
Pese a la convocatoria de huelga, desde CGT seguimos abiertos a agotar todas las vías de diálogo que permitan alcanzar un acuerdo que evite un conflicto laboral que la plantilla no desea, aunque somos conscientes de que el reloj no se detiene.
“Dignidad laboral y seguridad en el trabajo son los objetivos a los que no renunciamos”, son las palabras unánimes de la representación legal de las personas trabajadoras y de los 12 miembros del comité de huelga ante el SERCLA el pasado viernes.
