No al lucro con nuestro entorno natural
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Partir de la idea de que la seguridad ambiental de nuestros montes y medio natural esté en manos de empresas privadas con interés lucrativo, es un atentado al derecho legítimo de protección del entorno y del planeta, que además, nos sitúa en el último puesto de la escala de valores y denota la falta conciencia de los gobernantes.
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La naturaleza, un bien que debe ser protegido por su evidente repercusión directa con la vida, no puede despacharse en subastas de políticos que atentan contra ella, con decisiones alejadas de la protección medioambiental y de la biodiversidad. La responsabilidad es demasiado grande y no cabe delegarla en empresas cuyo principio fundamental es ganar dinero y tener el mínimo coste con la explotación de lo que es de todas y de todos.
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Las montañas, los árboles, los ríos, los seres vivos y los elementos con los que la madre naturaleza nos obsequia, debieran percibirse con el respeto de que no somos nadie para arrebatarle lo que nos concede para nuestra propia subsistencia, protección, convivencia…
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Poner en manos de empresas con interés especulativo y pecuniario, que sean las garantes de nuestros entornos, es la peor decisión política que se pueda tomar, primero, porque éstas se ahorrarán todo cuanto puedan en detrimento de nuestros montes y medio natural, ya que sus dividendos dependerán de ello y segundo, porque con esa decisión denotan la otra gran evidencia que ya vienen demostrando sin ninguna duda. No tienen ni idea de gestión medioambiental ni social y como en otros servicios públicos básicos o esenciales que ya tienen entregados a otras empresas privadas, se lavan las manos de cualquier responsabilidad, teniendo a quien por unos buenos puñados de euros, “echarles el muerto” de las negligencias y de su nefasta y escandalosa gestión.
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Carolina Garrido
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