CONFLICTO LABORAL EN PLÁSTICOS IMA ARCHIDONA: DESPIDOS Y REPRESIÓN SINDICAL
Plásticos IMA, del grupo TUYPER, ha intensificado la conflictividad laboral con el despido de un miembro del comité de huelga y la amenaza de despido al presidente del comité de empresa (CGT). La empresa, lejos de buscar diálogo, echa gasolina al fuego y provoca que la plantilla valore nuevas movilizaciones ante la represión sindical y la vulneración sistemática de derechos laborales.
La dirección de Plásticos IMA intenta amedrentar a las personas trabajadoras con despidos, mientras mantiene prácticas ilícitas como la subcontratación de trabajos permanentes a través de ETTs, la realización de horas extra fuera del registro de jornada (ya denunciado ante Inspección de Trabajo), o la imposición de un calendario laboral que supera las 1.752 horas anuales establecidas en convenio, reduciendo así en nueve días las vacaciones de la plantilla. Esta vulneración ya está en manos de los juzgados de lo social de Málaga, con una demanda colectiva interpuesta por CGT y múltiples denuncias individuales de trabajadores. El juicio de la demanda colectiva está fijado para junio de 2025.
La ampliación unilateral de la jornada anual genera indignación, ya que supone la apropiación de un tercio del periodo vacacional de la plantilla, afectando gravemente a la conciliación familiar y laboral. Todo ello en un contexto en el que la reducción de la jornada laboral es una tendencia creciente. Plásticos IMA parece confundir el mundo rural andaluz con un escenario de explotación, aplicando prácticas laborales más propias de otro siglo.
En este ambiente de hostilidad laboral, la empresa sigue su escalada represiva, buscando descabezar el comité de empresa con despidos como represalia directa contra la acción sindical. A ello se suman graves deficiencias en materia de seguridad y salud laboral, denunciadas reiteradamente por los trabajadores.
Lejos de amedrentarse, la plantilla se mantiene firme y anuncia un calendario de movilizaciones continuado, denunciando públicamente lo que ya se conoce como el “Guantánamo de Archidona”. La unidad sindical y la determinación de los trabajadores continúan inquebrantables ante la agresión empresarial.
La lucha sigue y no se descarta ninguna medida legal, administrativa o sindical para frenar los abusos de Plásticos IMA. El medio rural no puede seguir siendo sinónimo de explotación, y la plantilla está dando una lección de resistencia y dignidad frente a una patronal que pretende hacer de la precariedad su modelo de negocio.