Hoy 7 de abril día mundial de la salud, desde el sindicato CGT queremos destacar la importancia que la salud tiene en la vida de todas las personas, como pilar básico y fundamental de nuestra existencia.
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La salud es sustento principal de nuestra vida diaria, es un bien necesario que debe de garantizarse para todas las personas.
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En estos días en los que sufrimos el ataque de la pandemia del coronavirus, podemos ver los efectos que años de recortes y mala gestión sobre el sistema de salud han ocasionado.
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Durante años se construyó un sistema de salud que se constituyó en pilar fundamental de nuestro estado de derecho democrático y social. Esto se hizo con el esfuerzo de miles de personas que contribuyeron al desarrollo del sistema y el esfuerzo de todos con el pago de nuestros impuestos, de la gestión sanitaria, el desarrollo de órganos de gestión afines al poder y no afines a la salud, fue poco a poco germinando en nuestro sistema. Sistemas opacos de selección de personal y de asignación de retribuciones, la gestión en base a unidades de gestión clínica, la externalización de servicios aparición de subcontratas y los sucesivos recortes presupuestarios, han supuesto el deterioro progresivo de nuestro sistema.
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Al mismo tiempo la sanidad privada, con peores condiciones laborales y con una prestación sujeta en todo momento a la capacidad económica del paciente ha ido aumentando paulatinamente. El motivo no es otro que el deterioro que ha sufrido la sanidad pública que ha ido empujando fuera del sistema cada vez a más gente.
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Hoy, cuando nos encontramos ante el mayor desafío que nuestro sistema sanitario ha enfrentado en su historia, el coronavirus muestra las debilidades de nuestro sistema, también sus fortalezas.
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Las debilidades sé muestran descarnadamente, falta de organización, cambios constantes de protocolos, ausencia de una verdadera gestión central de la crisis. Cada servicio, cada unidad y cada turno por su lado haciendo lo que buenamente pueden. La falta de equipos sanitarios de protección se manifestó a los pocos días de pandemia, poniendo de manifiesto una incapacidad total y absoluta de previsión y anticipación.
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Los responsables responden a las necesidades de la política cortoplacista y no a las necesidades de la salud.
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Esto ha expuesto a miles de personas trabajadoras del sistema a un riesgo para su salud y para la de sus familiares por falta de material y de medidas organizativas.
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Las fortalezas son su personal a pesar de todo, sin medios, sin organización y contra viento y marea han dado todo al servicio de la salud, una entrega total ante la adversidad y ante la mala gestión y a pesar de todo ahí siguen luchando.
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El personal de nuestro servicio de salud, no se merecen esta nefasta gestión de lo público, es necesario aprender de lo que estamos viviendo, es necesario reformar y fortalecer el sistema, modernizarlo, profesionalizar y despolitizar la gestión y sobre todo dotarlo de recursos humanos y materiales para poder ofrecer a la ciudadanía la atención que nuestro estado del bienestar demanda de nosotros. No es justo dejar morir a nadie por falta de material, tampoco lo es que los pacientes sufran listas de espera interminables para todo.
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La sanidad es un negocio para muchas personas, para otras es una vocación, para toda una necesidad. Los pingües beneficios que muchos han obtenido a costa del sistema público, los sueldos de muchos cuya capacidad de mala gestión es igual de manifiesta que su connivencia con el poder, la falta de cultura sanitaria que durante años se ha permitido en el sistema. Es necesario un cambio de modelo para nuestro sistema en el que se involucre a toda la ciudadanía para proteger nuestro sistema de salud, necesitamos un sistema robusto que sea socialmente rentable, que satisfaga la necesidad de cuidados de nuestra población y que dejemos de hacer ricos a unos pocos a costa de la salud de todos.
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Desde nuestro sindicato defendemos hoy y siempre una sanidad pública y de calidad para toda la ciudadanía.
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Hoy más que nunca es necesario que la sociedad civil defienda nuestra sanidad ya que está en grave peligro y tenemos la ocasión de reclamar un cambio de rumbo que garantice el derecho a la salud de todas las personas.
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Desde CGT gritamos ¡SANIDAD PÚBLICA Y DE CALIDAD, ES NUESTRO DERECHO!
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