El 4 de noviembre de 1989, cuatro días antes de la caída del “Muro de Berlín”, Barrikada de Papel se hacía eco de la evolución de las sociedades del Este hacia mayores cotas de libertad tras haber vivido regímenes socialistas que les podrían haber dado mejoras sociales, a costa de la libertad.
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También mencionaba como los medios de aquella época, olvidaban que las reivindicaciones o corrientes ideológicas que realizaban críticas a estos sistemas totalitarios, provenían de movimientos de izquierdas. En un intento de los gobiernos de asociar el totalitarismo y la privación de derechos y libertades con los movimientos de izquierdas, y atribuirse los cambios sociales que hacían a estos países ganar las libertades de las que fueron privadas.
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Este intento de asociar los movimientos de izquierda, podemos verlos hoy en día en los medios de comunicación en sus titulares. Intentando vincular a la izquierda la privación de derechos y libertades típica de estados totalitarios. Justificando así los sistemas en los que vivimos.
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Estos medios de comunicación o politicuchos menosprecian las corrientes críticas que abogaban por la autogestión como los huelguistas mineros de Workuta en la URSS o los opositores de la RDA, que eran silenciados por estos regímenes totalitarios. Y que abogaban por la autogestión, la defensa de las libertades y derechos de las personas, pero no querían un sistema capitalista, sino uno auto gestionado
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Esto nos hace pensar que hace treinta años, el control de la sociedad a través de los medios de comunicación de masas, ponían cada día más de manifiesto la indefensión de los ciudadanos ante la manipulación. Que hoy en dia, vincula la corrupción, y malversación de los fondos públicos que se veían en los estados totalitarios, a los movimientos de izquierda. A pesar de que la corrupción en los ámbitos político y económico moran sin control en los gobiernos democráticos occidentales.
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