La privatización del patrimonio histórico Granadino es una afrenta a la historia y al progreso de nuestra sociedad.
Dice mucho de la clase política que lo permite y gestiona. No podemos consentir que un bien que pertenece a todos los Granadinos, cuyo fin primordial debe ser su preservación para las generaciones futuras y la mejora de nuestra calidad de vida, acabe en manos privadas.
¿ Es aceptable privatizar nuestra historia? Es inadmisible que los beneficios generados por este patrimonio público enriquezcan a empresarios a costa de precarizar a sus trabajadores.
La Alhambra y su entorno deben ser no solo conservados, sino también herramientas para mejorar la vida de todos los granadinos..
Desde la CGT defendemos que nuestro patrimonio debe ser un motor de empleo público, con una gestión transparente y libre de injerencias partidistas.
Denunciamos la proliferación de empresas privadas en torno a la Alhambra: Estos puestos deberían ser ocupados por trabajadores públicos.
Recientemente, el Patronato ha vuelto a ceder la contratación de personal, esta vez para la reapertura de Torres Bermejas a empresas privadas. Desde nuestro sindicato, condenamos esta externalización, ya que desvirtúa el objetivo de crear empleo público estable y de calidad, orientado al servicio de la comunidad, no a intereses privados.
En la CGT lo tenemos claro:
No dudaremos en denunciar y hacer visible este atropello en cada una de nuestras reivindicaciones.
