La subida a 1000 euros del salario mínimo supone una nueva tomadura de pelo a toda la clase trabajadora, que el gobierno progresista quiere usar para intentar acallar las críticas sobre su «no reforma laboral».
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Mientras el IPC nos dicen oficialmente que subió un 6.5% en 2021, la subida del salario mínimo pactada en el día de ayer con los sindicatos del régimen supone en torno a un 3.5%, algo que desde CGT Andalucía, Ceuta y Melilla consideramos ridículo y provocador.
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Esta nimia subida del SMI sin alcanzar ni siquiera el IPC real del 2021 (6.5%), supone dar continuidad a unas políticas que siguen empobreciendo a la clase trabajadora, y quieren ser usadas para disfrazar el fraude de las expectativas generadas a las trabajadoras y trabajadores en Andalucía, Ceuta y Melilla y el resto del territorio nacional con la fallida derogación total de la reforma laboral de 2012.
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