¿Cómo se queda Vd. viendo el anuncio sobre la violencia machista?

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¿Qué hay detrás del 016?

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Como Organización Sindical comprometida con la clase trabajadora, con los movimientos sociales y que lucha a diario contra el patriarcado, tras analizar el anuncio de la Junta con detenimiento,  hemos reflexionado sobre el mensaje y la efectividad de esta campaña publicitaria que comienza con una aseveración. “Las mujeres que van a ver a continuación han sido víctimas de malos tratos”.

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Tras esta falsedad, empiezan a discurrir una serie de imágenes de mujeres que parecen disfrutar de la vida. Una mujer abraza a otra, posiblemente su madre, otra mujer corre vestida con ropa de deporte, otra mujer abraza a su perro, Etc.

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Si no es porque hacen la advertencia al principio del anuncio, nadie pensaría que se va a hacer un anuncio publicitario sobre la superación de la violencia contra las mujeres.

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El anuncio parece que intenta vender la idea, de que hay un futuro esperanzador, y que, tras vivir una situación de violencia machista, la felicidad está asegurada, sobre todo, como dice en el eslogan, si se denuncia llamando al 016.

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Ante toda esta ridícula puesta en escena, sin hacernos eco, para no dejarnos contaminar por colectivos involucrados, que conocen de primera mano la vida de mujeres reales que viven la violencia de género en sus carnes, nos cuestionamos varias cosas de esta campaña.

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La primera, el coste económico de la misma. Se habla de 1,2 millones de euros, cantidad que se invierte en dar un mensaje que genera desconcierto y está  a años luz de la realidad que viven quienes padecen la violencia.

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“Ellas han sufrido malos tratos, pero la vida, siempre es más fuerte, con la implicación de todos y todas. La violencia de género tiene fin. Denuncia, vive, marca el 016”.

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Afirmar que la vida siempre en más fuerte, es una idea poco realista, basta con acercarnos a las cifras de feminicidios que llevamos en 2019, 62 mujeres asesinadas en el territorio nacional, víctimas que no podrán sonreír, no podrán abrazar a su madre, no podrán calzarse las zapatillas de deporte ni salir a correr, como tampoco podrán abrazar a su perro, imagen que por cierto está sacada de un anuncio comercial portugués de collares antiparasitarios.

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Nos desconcierta como organización sindical, que se diga que ante actos de violencia machista se llame al 016, teléfono que, como tal, no atiende emergencias, ya que ese número de  teléfono tiene labor informativa y de asesoramiento jurídico en materia de violencia de género.

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 De hecho, las profesionales que atienden ese teléfono son subcontratadas por una empresa de telemarketing, siéndoles de aplicación el convenio colectivo de Contac center,  estando obligadas, en caso de emergencia, a transferir la llamada a los teléfonos de emergencias, ya sea el europeo 112 o cualquier otro teléfono de los cuerpos y fuerzas de seguridad, con la demora de tiempo que eso conlleva, por tanto… llamar al 016 no salva vidas, solo da información y asesoramiento.

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Desde CGT animamos a que si oyes, ves o vives un episodio de violencia de género y necesitas ayuda inminente para que vayan a salvarte o a salvar a alguien, se llame directamente a los teléfonos de emergencias.

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Lo cierto y verdad es que creemos que son necesarias todas las iniciativas que contribuyan a cambiar la sociedad para erradicar todas las violencias posibles, pero desde un plano realista y dando buen uso al dinero público.

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Invertir millonarias cuantías de dinero público en una campaña que no conciencia, porque las personas elegidas están sacadas de otros anuncios publicitarios que nada tienen que ver con situaciones de violencia, porque se dan mensajes que no se ajustan a la realidad,  ni desde el plano de la resolución efectiva ni como realidad de resolver la violencia machista…, son medidas más de cara al postureo y a la galería, que a dar soluciones a esta lacra.

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Nos cuestionamos como se queda la sociedad andaluza, viendo el anuncio sobre la violencia de género y 016,  en el que se invierten 1,2 millones de euros, copiando las imágenes de otros anuncios para vender la imagen de una realidad ficticia que asoma cada día y que quienes tienen o han tenido esta experiencia saben,  que salir de ella es algo que conlleva que transcurra mucho tiempo, que se necesitan muchos recursos y que no todas viven para contarlo.

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