La Ayuda a Domicilio sigue recibiendo la indiferencia de la clase política y de la mayoría de medios de difusión, despreciando que es el segundo sector con mayor número de contagiadas por COVID en el trabajo, tras el personal de hospitales.

La CGT vuelve a recurrir a la Inspección de Trabajo en Ceuta ante “las situaciones de acoso hacía su afiliación por parte del Presidente de la Federación de Asociaciones de vecinos, que gestiona las Brigadas Verdes”.

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El sindicato ha registrado “una denuncia en materia de prevención de Riesgos Laborales por el acoso y derribo que se viene practicando contra militantes de CGT en las Brigadas Verdes ante sus actuaciones reivindicativas en defensa de los intereses de la plantilla”.

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“La gota que ha colmado el vaso se ha producido en la mañana del 3 de febrero cuando al coordinador general, afiliado a CGT, se le niega el uso del vehículo de la empresa y se le aparta de sus funciones unilateralmente”, señala el sindicato que incluso denuncia que esto “ha provocado una grave crisis de ansiedad y que el compañero se encuentre ahora mismo en el servicio de urgencias”.

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Es “obvio que las Brigadas Verdes no acepten de buen grado tener en su seno a un Sindicato como CGT, reivindicativo e independiente, que haga prevalecer los intereses comunes sobre los particulares, cuestión a la que han venido estando acostumbrados desde hace mucho tiempo en esa empresa, tal y como pudimos comprobar en el juicio por la cesión ilegal de trabajadores donde la empresa citaba como su testigo al presidente del Comité o la reacción a modo de represalias tras el acta de infracción emitida por la Inspección de Trabajo de Ceuta que ha motivado la demanda ante el Juzgado de lo Social por Vulneración del Derecho Fundamental a la Libertad Sindical ante la negativa a entregar ninguna documentación preceptiva conforme a ley a la representación de CGT en el Comité de empresa”, dice la formación anarco sindicalista.

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Las actuaciones “de hoy contra el coordinador y las que nuestra afiliación lleva sufriendo desde hace unas semanas se enmarcan en la campaña del miedo de las Brigadas Verdes ante la proximidad de las elecciones sindicales, donde temen, como ya pasó con el referéndum para rechazar a TRAGSA, que la plantilla de un vuelco en la representación y se acaben las situaciones de impunidad actuales”.

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CGT “no va a consentir estos atropellos por parte de un defenestrado presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos ni de Brigadas Verdes y en cuanto la situación de pandemia lo permita volveremos a las calles de Ceuta para informar a toda la ciudadanía ceutí del opaco entramado entre la ciudad autónoma y la Federación de Asociaciones de Vecinos gestora actual de las Brigadas Verdes”.

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