Desde CGT Metal Campo de Gibraltar denunciamos públicamente la gestión sindical realizada durante y después del concurso de acreedores de IMTECH y la posterior absorción de su actividad por MASA, un proceso que supuso el despido de 215 trabajadoras en todo el Estado, 61 de ellas en el Campo de Gibraltar, sin subrogación ni garantías laborales.
Un conflicto marcado por el abandono sindical
Desde el inicio del conflicto, en CGT dimos la cara, organizamos movilizaciones y defendimos los derechos de la plantilla en centros estratégicos como Refinería, Acerinox e Indorama.
Mientras tanto, UGT no convocó ninguna movilización y desactivó la lucha con promesas de demandas judiciales que nunca llegaron a presentar. Ante ese abandono, desde CGT asumimos la defensa jurídica del conflicto.
Acuerdos incumplidos y trato discriminatorio
Iniciamos acciones judiciales y acudimos al SERCLA, donde se alcanzó un acuerdo ya de por sí doloroso, que implicaba la pérdida de antigüedad y de condiciones salariales del convenio interno, y que debía cumplirse en un plazo máximo de seis meses.
Este acuerdo no se cumplió y, además, se aplicó de forma discriminatoria, beneficiando únicamente a personas afiliadas a UGT y excluyendo a la afiliación de CGT.
Represión sindical y sentencias favorables
El conflicto se agravó con el despido de nuestros delegados sindicales en el Campo de Gibraltar, Servando Laina y Vicente Sánchez, en un claro caso de represión sindical.
Desde CGT denunciamos estos despidos y, tras un largo recorrido judicial, tanto el Juzgado de lo Social de Algeciras como el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía fallaron a nuestro favor, reconociendo punto por punto los derechos vulnerados.
UGT firma ahora apoyándose en las victorias de CGT
Ocho años después, con sentencias firmes favorables a lⒶs trabajadoras, denunciamos que UGT haya alcanzado un acuerdo con la empresa apoyándose en las victorias judiciales obtenidas por CGT.
UGT no solo no presentó las demandas cuando correspondía, sino que ahora se ampara en nuestras sentencias para negociar con MASA, consciente de que el conflicto estaba perdido para la empresa y de que la batalla judicial ya había sido ganada por CGT.
Es precisamente por el éxito de nuestras demandas en los tribunales por lo que MASA se ve obligada a ceder, y es sobre esa base —construida por años de lucha jurídica y sindical de CGT— sobre la que UGT alcanza ahora su acuerdo.
Los derechos no se negocian a la baja
Desde CGT denunciamos que se utilicen conquistas logradas por otros para firmar acuerdos a la baja y cerrar en falso un conflicto que ha costado años de esfuerzo, lucha y represión sindical.
Reafirmamos que los derechos no se defienden con acuerdos de despacho, ni aprovechándose del trabajo ajeno, sino luchando en la calle y en los tribunales.
CGT – Metal Campo de Gibraltar



