Desde CGT, queremos mostrar nuestro apoyo y solidaridad con las plantillas de las ludotecas de la CAM, que vienen siendo víctimas reiteradas de impagos salariales y de la falta de material necesario para desarrollar su labor profesional a manos de la empresa ALVALOP, la cual ha sido premiada por el Gobierno de Melilla al otorgarle nuevamente la concesión por cuatro años más.
ALVALOP es una empresa gallega heredera de PROSEM CONSULTORÍA ESTRATÉGICA S.L., que estuvo implicada en la operación Qatedra por presuntos fraudes en las subvenciones para formación, cuando Alberto Núñez Feijóo era presidente de la Xunta de Galicia. En dicha operación estuvieron involucrados varios altos cargos del PP en distintas poblaciones gallegas, así como José Antonio López Alvarellos, administrador único de la actual ALVALOP, que cambió el nombre de la empresa tras aquel escándalo, en el que se recibieron subvenciones públicas para cursos de formación, a pesar de que se incluía alumnado y profesorado que no habían participado en ellos.
Pudiera parecer que esta empresa, a la que la CAM, en lugar de exigir el cumplimiento de las concesiones públicas, premia con cuatro años más de concesión, pese a maltratar reiteradamente a las trabajadoras y trabajadores melillenses de las ludotecas y a los propios usuarios de las mismas, también residentes en la Ciudad Autónoma, sigue recibiendo dádivas por parte de las administraciones del PP.
Mientras que las personas trabajadoras de las ludotecas se ven obligadas a pagar intereses por no poder abonar puntualmente sus créditos hipotecarios o deudas contraídas para poder hacer su vida cotidiana, ALVALOP, de la mano de la CAM, sigue retrasando el pago de los salarios, ocasionando múltiples perjuicios y quebraderos de cabeza a su maltratada plantilla. Como ejemplo, los salarios de julio y agosto no se abonaron hasta el 16 de septiembre, y la nómina de septiembre no se ha hecho efectiva hasta el 15 de octubre. Todo esto parece no importar al Gobierno de Melilla, que prefiere mantener a una empresa incumplidora antes que defender los intereses de sus vecinos y vecinas.
Desde CGT, queremos decir alto y claro que las corruptelas deben ser combatidas, y que la defensa de los intereses de la clase trabajadora melillense debe estar por encima de clientelismos y cuestiones lucrativas. La ciudadanía existe, aunque no haya procesos electorales, y necesita ser defendida por sus gobernantes. De lo contrario, estos deberían dejar sus cargos y marcharse a seguir descansando.
Las personas trabajadoras de las ludotecas de Melilla saben que tienen a CGT como aliada.