TLN | JOSÉ LUIS GUTIÉRREZ MOLINA (RMHSA-CGT.A) | 22-6-2017
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En la mañana de ayer, en el salón de plenos del ayuntamientote Paterna, se entregaron, por parte de la Dirección General de Memoria Histórica, los resultados de las pruebas de ADN realizadas a diversos familiares de Paterna de Rivera y que han sido cruzados, en el Instituto Genyo de Granada, con muestras de los restos de la exhumación en la fosa común del cementerio.
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En todos los casos los resultados han sido negativos. Es decir que no se han podido confirmar los vínculos genéticos entre los perfiles de los familiares con los de los restos. Por tanto, ni los familiares de Francisco Traverso, ni los de José y Francisco Vega, “Los Chaleros”, ni los de Francisco Arillo, ni los de Miguel “Lagares” Barroso, ni los de María Silva, “La Libertaria” han podido recuperar a sus familiares entre los diez cadáveres, ocho hombres y dos mujeres, exhumados hace casi dos años en el cementerio de la población con evidentes muestras de violencia.
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Una vez más, el tiempo pasado, la falta de información, los silencios y ocultamientos interesados y otros factores diversos han conseguido que el duelo de esas familias no se termine de cerrar con la recuperación de los restos. En esta ocasión, como en tantos otros, con dos personas que rebasan los noventa años, una de ellas los cien: hijo y hermana de asesinadas respectivamente.
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Es en estas situaciones, cuando el dolor se hace insoportable, la tristeza infinita y la rabia sube por el cuerpo, cuando, más que nunca, hay que decir que lo ocurrido no se puede considerar un fracaso. No puede serlo cuando se trata de una acción destinada a reparar tanta ignominia consentida durante tantos años. Al contrario, es un día para, a pesar de todo, sentirse orgullosos. Hoy, los familiares que se empeñaron en la búsqueda de los suyos, pueden sentirse satisfechos porque, gracias a ellos, Paterna es más digna que ayer.
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Cuando exhumamos e identificamos no devolvemos la dignidad a las víctimas. Nos la damos a nosotros mismos responsables –cada uno en su medida- de que hagamos llegado hasta aquí como hemos llegado.
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Hoy podemos pensar que se ha fracasado. No estoy tan seguro. No sólo porque se puede seguir caminando sino porque ocho víctimas han sido recuperadas. No sabremos sus nombres, ni sus familias que ahora, por fin, gracias al tesón de sus compañeros, ya no serán pisoteados y están enterrados, ahora sí, dignamente. Porque la dignidad, las víctimas, nunca la perdieron.
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Como dicen, estamos y seguiremos caminando.
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Hoy, más que nunca, recordemos los nombres de los asesinados en Paterna:
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ARIAS PANTOJA, María
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ARILLO BARROSO, Francisco
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BARROSO BECERRA, Miguel
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CABALLERO TORREJÓN, Miguel
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“CHOPO, El”, Antonio
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COBELO MENACHO, Juan
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COCA SANTOS, Francisco
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DÁVILA BARRIOS, Diego
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DÁVILA BARRIOS, Juan
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GALVÍN CANDÓN, Julián
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GARCÍA ARIAS, Bartolomé
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GARCÍA LOZANO, Miguel
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GARCIA ORIHUELA, ANTONIO
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GONZÁLEZ, Rafael
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HERNÁNDEZ PÉREZ, Pedro
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JAÉN BENAVIDES, JOSÉ
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MATA “EL CABEZALERO”
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MENACHO DÍAZ, Martín
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MENACHO VILLEGAS, Francisco
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MORALES GONZÁLEZ, Fernando
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MORENO BECERRA, María Antonia
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MORÓN VELASCO, Francisco
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ORIHUELA MOTA, Juan
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PÉREZ CORDÓN, Miguel
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PEREZ MUÑECAS, José
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PÉREZ VELASCO, Francisco
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PIÑERO BARROSO, Antonio
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RAMOS SÁNCHEZ, Juan
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ROJAS DE LA VEGA, José
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ROSADO MORENO, Antonio
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RUBIO CABRERA, Enrique
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RUBIO CABRERA, Juan
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SEVILLANO MACHO, Catalina
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SILVA CRUZ, María
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TRAVERSO FERNÁNDEZ, Antonio
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VALVERDE COLÓN, Juan
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VALLE ROMÁN, PEDRO
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VEGA GARCÍA, Francisco
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VEGA GARCÍA, José
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VELASCO PANAL, Domingo
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TLN | JOSÉ LUIS GUTIÉRREZ MOLINA (RMHSA-CGT.A) | 22-6-2017
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En la mañana de ayer, en el salón de plenos del ayuntamientote Paterna, se entregaron, por parte de la Dirección General de Memoria Histórica, los resultados de las pruebas de ADN realizadas a diversos familiares de Paterna de Rivera y que han sido cruzados, en el Instituto Genyo de Granada, con muestras de los restos de la exhumación en la fosa común del cementerio.
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En todos los casos los resultados han sido negativos. Es decir que no se han podido confirmar los vínculos genéticos entre los perfiles de los familiares con los de los restos. Por tanto, ni los familiares de Francisco Traverso, ni los de José y Francisco Vega, “Los Chaleros”, ni los de Francisco Arillo, ni los de Miguel “Lagares” Barroso, ni los de María Silva, “La Libertaria” han podido recuperar a sus familiares entre los diez cadáveres, ocho hombres y dos mujeres, exhumados hace casi dos años en el cementerio de la población con evidentes muestras de violencia.
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Una vez más, el tiempo pasado, la falta de información, los silencios y ocultamientos interesados y otros factores diversos han conseguido que el duelo de esas familias no se termine de cerrar con la recuperación de los restos. En esta ocasión, como en tantos otros, con dos personas que rebasan los noventa años, una de ellas los cien: hijo y hermana de asesinadas respectivamente.
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Es en estas situaciones, cuando el dolor se hace insoportable, la tristeza infinita y la rabia sube por el cuerpo, cuando, más que nunca, hay que decir que lo ocurrido no se puede considerar un fracaso. No puede serlo cuando se trata de una acción destinada a reparar tanta ignominia consentida durante tantos años. Al contrario, es un día para, a pesar de todo, sentirse orgullosos. Hoy, los familiares que se empeñaron en la búsqueda de los suyos, pueden sentirse satisfechos porque, gracias a ellos, Paterna es más digna que ayer.
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Cuando exhumamos e identificamos no devolvemos la dignidad a las víctimas. Nos la damos a nosotros mismos responsables –cada uno en su medida- de que hagamos llegado hasta aquí como hemos llegado.
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Hoy podemos pensar que se ha fracasado. No estoy tan seguro. No sólo porque se puede seguir caminando sino porque ocho víctimas han sido recuperadas. No sabremos sus nombres, ni sus familias que ahora, por fin, gracias al tesón de sus compañeros, ya no serán pisoteados y están enterrados, ahora sí, dignamente. Porque la dignidad, las víctimas, nunca la perdieron.
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Como dicen, estamos y seguiremos caminando.
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Hoy, más que nunca, recordemos los nombres de los asesinados en Paterna:
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ARIAS PANTOJA, María
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ARILLO BARROSO, Francisco
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BARROSO BECERRA, Miguel
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CABALLERO TORREJÓN, Miguel
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“CHOPO, El”, Antonio
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COBELO MENACHO, Juan
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COCA SANTOS, Francisco
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DÁVILA BARRIOS, Diego
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DÁVILA BARRIOS, Juan
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GALVÍN CANDÓN, Julián
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GARCÍA ARIAS, Bartolomé
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GARCÍA LOZANO, Miguel
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GARCIA ORIHUELA, ANTONIO
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GONZÁLEZ, Rafael
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HERNÁNDEZ PÉREZ, Pedro
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JAÉN BENAVIDES, JOSÉ
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MATA “EL CABEZALERO”
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MENACHO DÍAZ, Martín
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MENACHO VILLEGAS, Francisco
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MORALES GONZÁLEZ, Fernando
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MORENO BECERRA, María Antonia
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MORÓN VELASCO, Francisco
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ORIHUELA MOTA, Juan
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PÉREZ CORDÓN, Miguel
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PEREZ MUÑECAS, José
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PÉREZ VELASCO, Francisco
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PIÑERO BARROSO, Antonio
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RAMOS SÁNCHEZ, Juan
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ROJAS DE LA VEGA, José
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ROSADO MORENO, Antonio
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RUBIO CABRERA, Enrique
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RUBIO CABRERA, Juan
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SEVILLANO MACHO, Catalina
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SILVA CRUZ, María
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TRAVERSO FERNÁNDEZ, Antonio
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VALVERDE COLÓN, Juan
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VALLE ROMÁN, PEDRO
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VEGA GARCÍA, Francisco
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VEGA GARCÍA, José
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VELASCO PANAL, Domingo
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En la mañana de ayer, en el salón de plenos del ayuntamientote Paterna, se entregaron, por parte de la Dirección General de Memoria Histórica, los resultados de las pruebas de ADN realizadas a diversos familiares de Paterna de Rivera y que han sido cruzados, en el Instituto Genyo de Granada, con muestras de los restos de la exhumación en la fosa común del cementerio.
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En todos los casos los resultados han sido negativos. Es decir que no se han podido confirmar los vínculos genéticos entre los perfiles de los familiares con los de los restos. Por tanto, ni los familiares de Francisco Traverso, ni los de José y Francisco Vega, “Los Chaleros”, ni los de Francisco Arillo, ni los de Miguel “Lagares” Barroso, ni los de María Silva, “La Libertaria” han podido recuperar a sus familiares entre los diez cadáveres, ocho hombres y dos mujeres, exhumados hace casi dos años en el cementerio de la población con evidentes muestras de violencia.
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Una vez más, el tiempo pasado, la falta de información, los silencios y ocultamientos interesados y otros factores diversos han conseguido que el duelo de esas familias no se termine de cerrar con la recuperación de los restos. En esta ocasión, como en tantos otros, con dos personas que rebasan los noventa años, una de ellas los cien: hijo y hermana de asesinadas respectivamente.
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Es en estas situaciones, cuando el dolor se hace insoportable, la tristeza infinita y la rabia sube por el cuerpo, cuando, más que nunca, hay que decir que lo ocurrido no se puede considerar un fracaso. No puede serlo cuando se trata de una acción destinada a reparar tanta ignominia consentida durante tantos años. Al contrario, es un día para, a pesar de todo, sentirse orgullosos. Hoy, los familiares que se empeñaron en la búsqueda de los suyos, pueden sentirse satisfechos porque, gracias a ellos, Paterna es más digna que ayer.
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Cuando exhumamos e identificamos no devolvemos la dignidad a las víctimas. Nos la damos a nosotros mismos responsables –cada uno en su medida- de que hagamos llegado hasta aquí como hemos llegado.
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Hoy podemos pensar que se ha fracasado. No estoy tan seguro. No sólo porque se puede seguir caminando sino porque ocho víctimas han sido recuperadas. No sabremos sus nombres, ni sus familias que ahora, por fin, gracias al tesón de sus compañeros, ya no serán pisoteados y están enterrados, ahora sí, dignamente. Porque la dignidad, las víctimas, nunca la perdieron.
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Como dicen, estamos y seguiremos caminando.
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Hoy, más que nunca, recordemos los nombres de los asesinados en Paterna:
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ARIAS PANTOJA, María
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ARILLO BARROSO, Francisco
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BARROSO BECERRA, Miguel
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CABALLERO TORREJÓN, Miguel
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“CHOPO, El”, Antonio
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COBELO MENACHO, Juan
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COCA SANTOS, Francisco
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DÁVILA BARRIOS, Diego
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DÁVILA BARRIOS, Juan
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GALVÍN CANDÓN, Julián
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GARCÍA ARIAS, Bartolomé
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GARCÍA LOZANO, Miguel
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GARCIA ORIHUELA, ANTONIO
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GONZÁLEZ, Rafael
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HERNÁNDEZ PÉREZ, Pedro
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JAÉN BENAVIDES, JOSÉ
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MATA “EL CABEZALERO”
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MENACHO DÍAZ, Martín
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MENACHO VILLEGAS, Francisco
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MORALES GONZÁLEZ, Fernando
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MORENO BECERRA, María Antonia
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MORÓN VELASCO, Francisco
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ORIHUELA MOTA, Juan
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PÉREZ CORDÓN, Miguel
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PEREZ MUÑECAS, José
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PÉREZ VELASCO, Francisco
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PIÑERO BARROSO, Antonio
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RAMOS SÁNCHEZ, Juan
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ROJAS DE LA VEGA, José
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RUBIO CABRERA, Enrique
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RUBIO CABRERA, Juan
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SEVILLANO MACHO, Catalina
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SILVA CRUZ, María
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TRAVERSO FERNÁNDEZ, Antonio
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VALVERDE COLÓN, Juan
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VALLE ROMÁN, PEDRO
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VEGA GARCÍA, Francisco
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En la mañana de ayer, en el salón de plenos del ayuntamientote Paterna, se entregaron, por parte de la Dirección General de Memoria Histórica, los resultados de las pruebas de ADN realizadas a diversos familiares de Paterna de Rivera y que han sido cruzados, en el Instituto Genyo de Granada, con muestras de los restos de la exhumación en la fosa común del cementerio.
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En todos los casos los resultados han sido negativos. Es decir que no se han podido confirmar los vínculos genéticos entre los perfiles de los familiares con los de los restos. Por tanto, ni los familiares de Francisco Traverso, ni los de José y Francisco Vega, “Los Chaleros”, ni los de Francisco Arillo, ni los de Miguel “Lagares” Barroso, ni los de María Silva, “La Libertaria” han podido recuperar a sus familiares entre los diez cadáveres, ocho hombres y dos mujeres, exhumados hace casi dos años en el cementerio de la población con evidentes muestras de violencia.
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Una vez más, el tiempo pasado, la falta de información, los silencios y ocultamientos interesados y otros factores diversos han conseguido que el duelo de esas familias no se termine de cerrar con la recuperación de los restos. En esta ocasión, como en tantos otros, con dos personas que rebasan los noventa años, una de ellas los cien: hijo y hermana de asesinadas respectivamente.
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Es en estas situaciones, cuando el dolor se hace insoportable, la tristeza infinita y la rabia sube por el cuerpo, cuando, más que nunca, hay que decir que lo ocurrido no se puede considerar un fracaso. No puede serlo cuando se trata de una acción destinada a reparar tanta ignominia consentida durante tantos años. Al contrario, es un día para, a pesar de todo, sentirse orgullosos. Hoy, los familiares que se empeñaron en la búsqueda de los suyos, pueden sentirse satisfechos porque, gracias a ellos, Paterna es más digna que ayer.
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Cuando exhumamos e identificamos no devolvemos la dignidad a las víctimas. Nos la damos a nosotros mismos responsables –cada uno en su medida- de que hagamos llegado hasta aquí como hemos llegado.
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Hoy podemos pensar que se ha fracasado. No estoy tan seguro. No sólo porque se puede seguir caminando sino porque ocho víctimas han sido recuperadas. No sabremos sus nombres, ni sus familias que ahora, por fin, gracias al tesón de sus compañeros, ya no serán pisoteados y están enterrados, ahora sí, dignamente. Porque la dignidad, las víctimas, nunca la perdieron.
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Como dicen, estamos y seguiremos caminando.
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Hoy, más que nunca, recordemos los nombres de los asesinados en Paterna:
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ARIAS PANTOJA, María
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ARILLO BARROSO, Francisco
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BARROSO BECERRA, Miguel
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CABALLERO TORREJÓN, Miguel
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“CHOPO, El”, Antonio
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COBELO MENACHO, Juan
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COCA SANTOS, Francisco
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DÁVILA BARRIOS, Diego
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DÁVILA BARRIOS, Juan
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GALVÍN CANDÓN, Julián
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GARCÍA ARIAS, Bartolomé
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GARCÍA LOZANO, Miguel
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GARCIA ORIHUELA, ANTONIO
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GONZÁLEZ, Rafael
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HERNÁNDEZ PÉREZ, Pedro
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JAÉN BENAVIDES, JOSÉ
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MATA “EL CABEZALERO”
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MENACHO DÍAZ, Martín
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MENACHO VILLEGAS, Francisco
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MORALES GONZÁLEZ, Fernando
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MORENO BECERRA, María Antonia
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MORÓN VELASCO, Francisco
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PÉREZ CORDÓN, Miguel
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PEREZ MUÑECAS, José
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PÉREZ VELASCO, Francisco
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PIÑERO BARROSO, Antonio
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RAMOS SÁNCHEZ, Juan
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ROJAS DE LA VEGA, José
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ROSADO MORENO, Antonio
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RUBIO CABRERA, Enrique
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RUBIO CABRERA, Juan
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SEVILLANO MACHO, Catalina
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SILVA CRUZ, María
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TRAVERSO FERNÁNDEZ, Antonio
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VALVERDE COLÓN, Juan
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En la mañana de ayer, en el salón de plenos del ayuntamientote Paterna, se entregaron, por parte de la Dirección General de Memoria Histórica, los resultados de las pruebas de ADN realizadas a diversos familiares de Paterna de Rivera y que han sido cruzados, en el Instituto Genyo de Granada, con muestras de los restos de la exhumación en la fosa común del cementerio.
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En todos los casos los resultados han sido negativos. Es decir que no se han podido confirmar los vínculos genéticos entre los perfiles de los familiares con los de los restos. Por tanto, ni los familiares de Francisco Traverso, ni los de José y Francisco Vega, “Los Chaleros”, ni los de Francisco Arillo, ni los de Miguel “Lagares” Barroso, ni los de María Silva, “La Libertaria” han podido recuperar a sus familiares entre los diez cadáveres, ocho hombres y dos mujeres, exhumados hace casi dos años en el cementerio de la población con evidentes muestras de violencia.
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Una vez más, el tiempo pasado, la falta de información, los silencios y ocultamientos interesados y otros factores diversos han conseguido que el duelo de esas familias no se termine de cerrar con la recuperación de los restos. En esta ocasión, como en tantos otros, con dos personas que rebasan los noventa años, una de ellas los cien: hijo y hermana de asesinadas respectivamente.
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Es en estas situaciones, cuando el dolor se hace insoportable, la tristeza infinita y la rabia sube por el cuerpo, cuando, más que nunca, hay que decir que lo ocurrido no se puede considerar un fracaso. No puede serlo cuando se trata de una acción destinada a reparar tanta ignominia consentida durante tantos años. Al contrario, es un día para, a pesar de todo, sentirse orgullosos. Hoy, los familiares que se empeñaron en la búsqueda de los suyos, pueden sentirse satisfechos porque, gracias a ellos, Paterna es más digna que ayer.
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Cuando exhumamos e identificamos no devolvemos la dignidad a las víctimas. Nos la damos a nosotros mismos responsables –cada uno en su medida- de que hagamos llegado hasta aquí como hemos llegado.
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Hoy podemos pensar que se ha fracasado. No estoy tan seguro. No sólo porque se puede seguir caminando sino porque ocho víctimas han sido recuperadas. No sabremos sus nombres, ni sus familias que ahora, por fin, gracias al tesón de sus compañeros, ya no serán pisoteados y están enterrados, ahora sí, dignamente. Porque la dignidad, las víctimas, nunca la perdieron.
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Como dicen, estamos y seguiremos caminando.
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Hoy, más que nunca, recordemos los nombres de los asesinados en Paterna:
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ARIAS PANTOJA, María
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ARILLO BARROSO, Francisco
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BARROSO BECERRA, Miguel
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CABALLERO TORREJÓN, Miguel
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“CHOPO, El”, Antonio
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COBELO MENACHO, Juan
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COCA SANTOS, Francisco
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DÁVILA BARRIOS, Diego
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DÁVILA BARRIOS, Juan
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GALVÍN CANDÓN, Julián
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GARCÍA ARIAS, Bartolomé
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GARCÍA LOZANO, Miguel
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GARCIA ORIHUELA, ANTONIO
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GONZÁLEZ, Rafael
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HERNÁNDEZ PÉREZ, Pedro
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JAÉN BENAVIDES, JOSÉ
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MATA “EL CABEZALERO”
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MENACHO VILLEGAS, Francisco
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MORALES GONZÁLEZ, Fernando
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MORENO BECERRA, María Antonia
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MORÓN VELASCO, Francisco
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ORIHUELA MOTA, Juan
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PÉREZ CORDÓN, Miguel
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PEREZ MUÑECAS, José
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PÉREZ VELASCO, Francisco
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PIÑERO BARROSO, Antonio
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RAMOS SÁNCHEZ, Juan
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ROJAS DE LA VEGA, José
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ROSADO MORENO, Antonio
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RUBIO CABRERA, Enrique
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RUBIO CABRERA, Juan
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SEVILLANO MACHO, Catalina
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SILVA CRUZ, María
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TRAVERSO FERNÁNDEZ, Antonio
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VALVERDE COLÓN, Juan
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En la mañana de ayer, en el salón de plenos del ayuntamientote Paterna, se entregaron, por parte de la Dirección General de Memoria Histórica, los resultados de las pruebas de ADN realizadas a diversos familiares de Paterna de Rivera y que han sido cruzados, en el Instituto Genyo de Granada, con muestras de los restos de la exhumación en la fosa común del cementerio.
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En todos los casos los resultados han sido negativos. Es decir que no se han podido confirmar los vínculos genéticos entre los perfiles de los familiares con los de los restos. Por tanto, ni los familiares de Francisco Traverso, ni los de José y Francisco Vega, “Los Chaleros”, ni los de Francisco Arillo, ni los de Miguel “Lagares” Barroso, ni los de María Silva, “La Libertaria” han podido recuperar a sus familiares entre los diez cadáveres, ocho hombres y dos mujeres, exhumados hace casi dos años en el cementerio de la población con evidentes muestras de violencia.
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Una vez más, el tiempo pasado, la falta de información, los silencios y ocultamientos interesados y otros factores diversos han conseguido que el duelo de esas familias no se termine de cerrar con la recuperación de los restos. En esta ocasión, como en tantos otros, con dos personas que rebasan los noventa años, una de ellas los cien: hijo y hermana de asesinadas respectivamente.
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Es en estas situaciones, cuando el dolor se hace insoportable, la tristeza infinita y la rabia sube por el cuerpo, cuando, más que nunca, hay que decir que lo ocurrido no se puede considerar un fracaso. No puede serlo cuando se trata de una acción destinada a reparar tanta ignominia consentida durante tantos años. Al contrario, es un día para, a pesar de todo, sentirse orgullosos. Hoy, los familiares que se empeñaron en la búsqueda de los suyos, pueden sentirse satisfechos porque, gracias a ellos, Paterna es más digna que ayer.
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Cuando exhumamos e identificamos no devolvemos la dignidad a las víctimas. Nos la damos a nosotros mismos responsables –cada uno en su medida- de que hagamos llegado hasta aquí como hemos llegado.
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Hoy podemos pensar que se ha fracasado. No estoy tan seguro. No sólo porque se puede seguir caminando sino porque ocho víctimas han sido recuperadas. No sabremos sus nombres, ni sus familias que ahora, por fin, gracias al tesón de sus compañeros, ya no serán pisoteados y están enterrados, ahora sí, dignamente. Porque la dignidad, las víctimas, nunca la perdieron.
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Como dicen, estamos y seguiremos caminando.
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Hoy, más que nunca, recordemos los nombres de los asesinados en Paterna:
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ARIAS PANTOJA, María
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ARILLO BARROSO, Francisco
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BARROSO BECERRA, Miguel
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CABALLERO TORREJÓN, Miguel
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“CHOPO, El”, Antonio
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COBELO MENACHO, Juan
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COCA SANTOS, Francisco
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DÁVILA BARRIOS, Diego
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GARCÍA ARIAS, Bartolomé
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GARCÍA LOZANO, Miguel
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GARCIA ORIHUELA, ANTONIO
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GONZÁLEZ, Rafael
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HERNÁNDEZ PÉREZ, Pedro
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JAÉN BENAVIDES, JOSÉ
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MENACHO DÍAZ, Martín
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VEGA GARCÍA, Francisco
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En la mañana de ayer, en el salón de plenos del ayuntamientote Paterna, se entregaron, por parte de la Dirección General de Memoria Histórica, los resultados de las pruebas de ADN realizadas a diversos familiares de Paterna de Rivera y que han sido cruzados, en el Instituto Genyo de Granada, con muestras de los restos de la exhumación en la fosa común del cementerio.
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En todos los casos los resultados han sido negativos. Es decir que no se han podido confirmar los vínculos genéticos entre los perfiles de los familiares con los de los restos. Por tanto, ni los familiares de Francisco Traverso, ni los de José y Francisco Vega, “Los Chaleros”, ni los de Francisco Arillo, ni los de Miguel “Lagares” Barroso, ni los de María Silva, “La Libertaria” han podido recuperar a sus familiares entre los diez cadáveres, ocho hombres y dos mujeres, exhumados hace casi dos años en el cementerio de la población con evidentes muestras de violencia.
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Una vez más, el tiempo pasado, la falta de información, los silencios y ocultamientos interesados y otros factores diversos han conseguido que el duelo de esas familias no se termine de cerrar con la recuperación de los restos. En esta ocasión, como en tantos otros, con dos personas que rebasan los noventa años, una de ellas los cien: hijo y hermana de asesinadas respectivamente.
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Es en estas situaciones, cuando el dolor se hace insoportable, la tristeza infinita y la rabia sube por el cuerpo, cuando, más que nunca, hay que decir que lo ocurrido no se puede considerar un fracaso. No puede serlo cuando se trata de una acción destinada a reparar tanta ignominia consentida durante tantos años. Al contrario, es un día para, a pesar de todo, sentirse orgullosos. Hoy, los familiares que se empeñaron en la búsqueda de los suyos, pueden sentirse satisfechos porque, gracias a ellos, Paterna es más digna que ayer.
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Cuando exhumamos e identificamos no devolvemos la dignidad a las víctimas. Nos la damos a nosotros mismos responsables –cada uno en su medida- de que hagamos llegado hasta aquí como hemos llegado.
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Hoy podemos pensar que se ha fracasado. No estoy tan seguro. No sólo porque se puede seguir caminando sino porque ocho víctimas han sido recuperadas. No sabremos sus nombres, ni sus familias que ahora, por fin, gracias al tesón de sus compañeros, ya no serán pisoteados y están enterrados, ahora sí, dignamente. Porque la dignidad, las víctimas, nunca la perdieron.
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Como dicen, estamos y seguiremos caminando.
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Hoy, más que nunca, recordemos los nombres de los asesinados en Paterna:
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ARIAS PANTOJA, María
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ARILLO BARROSO, Francisco
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BARROSO BECERRA, Miguel
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CABALLERO TORREJÓN, Miguel
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“CHOPO, El”, Antonio
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COBELO MENACHO, Juan
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MATA “EL CABEZALERO”
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MENACHO DÍAZ, Martín
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MENACHO VILLEGAS, Francisco
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MORALES GONZÁLEZ, Fernando
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MORENO BECERRA, María Antonia
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MORÓN VELASCO, Francisco
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ORIHUELA MOTA, Juan
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PÉREZ CORDÓN, Miguel
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PEREZ MUÑECAS, José
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PÉREZ VELASCO, Francisco
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PIÑERO BARROSO, Antonio
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RAMOS SÁNCHEZ, Juan
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ROJAS DE LA VEGA, José
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ROSADO MORENO, Antonio
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RUBIO CABRERA, Enrique
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RUBIO CABRERA, Juan
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SEVILLANO MACHO, Catalina
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SILVA CRUZ, María
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TRAVERSO FERNÁNDEZ, Antonio
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VALVERDE COLÓN, Juan
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VALLE ROMÁN, PEDRO
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VEGA GARCÍA, Francisco
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VEGA GARCÍA, José
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VELASCO PANAL, Domingo
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TLN | JOSÉ LUIS GUTIÉRREZ MOLINA (RMHSA-CGT.A) | 22-6-2017
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En la mañana de ayer, en el salón de plenos del ayuntamientote Paterna, se entregaron, por parte de la Dirección General de Memoria Histórica, los resultados de las pruebas de ADN realizadas a diversos familiares de Paterna de Rivera y que han sido cruzados, en el Instituto Genyo de Granada, con muestras de los restos de la exhumación en la fosa común del cementerio.
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En todos los casos los resultados han sido negativos. Es decir que no se han podido confirmar los vínculos genéticos entre los perfiles de los familiares con los de los restos. Por tanto, ni los familiares de Francisco Traverso, ni los de José y Francisco Vega, “Los Chaleros”, ni los de Francisco Arillo, ni los de Miguel “Lagares” Barroso, ni los de María Silva, “La Libertaria” han podido recuperar a sus familiares entre los diez cadáveres, ocho hombres y dos mujeres, exhumados hace casi dos años en el cementerio de la población con evidentes muestras de violencia.
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Una vez más, el tiempo pasado, la falta de información, los silencios y ocultamientos interesados y otros factores diversos han conseguido que el duelo de esas familias no se termine de cerrar con la recuperación de los restos. En esta ocasión, como en tantos otros, con dos personas que rebasan los noventa años, una de ellas los cien: hijo y hermana de asesinadas respectivamente.
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Es en estas situaciones, cuando el dolor se hace insoportable, la tristeza infinita y la rabia sube por el cuerpo, cuando, más que nunca, hay que decir que lo ocurrido no se puede considerar un fracaso. No puede serlo cuando se trata de una acción destinada a reparar tanta ignominia consentida durante tantos años. Al contrario, es un día para, a pesar de todo, sentirse orgullosos. Hoy, los familiares que se empeñaron en la búsqueda de los suyos, pueden sentirse satisfechos porque, gracias a ellos, Paterna es más digna que ayer.
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Cuando exhumamos e identificamos no devolvemos la dignidad a las víctimas. Nos la damos a nosotros mismos responsables –cada uno en su medida- de que hagamos llegado hasta aquí como hemos llegado.
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Hoy podemos pensar que se ha fracasado. No estoy tan seguro. No sólo porque se puede seguir caminando sino porque ocho víctimas han sido recuperadas. No sabremos sus nombres, ni sus familias que ahora, por fin, gracias al tesón de sus compañeros, ya no serán pisoteados y están enterrados, ahora sí, dignamente. Porque la dignidad, las víctimas, nunca la perdieron.
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Como dicen, estamos y seguiremos caminando.
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Hoy, más que nunca, recordemos los nombres de los asesinados en Paterna:
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ARIAS PANTOJA, María
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ARILLO BARROSO, Francisco
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BARROSO BECERRA, Miguel
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CABALLERO TORREJÓN, Miguel
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“CHOPO, El”, Antonio
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COBELO MENACHO, Juan
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COCA SANTOS, Francisco
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DÁVILA BARRIOS, Diego
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DÁVILA BARRIOS, Juan
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GALVÍN CANDÓN, Julián
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GARCÍA ARIAS, Bartolomé
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GARCÍA LOZANO, Miguel
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GARCIA ORIHUELA, ANTONIO
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GONZÁLEZ, Rafael
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HERNÁNDEZ PÉREZ, Pedro
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JAÉN BENAVIDES, JOSÉ
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MATA “EL CABEZALERO”
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MENACHO DÍAZ, Martín
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MENACHO VILLEGAS, Francisco
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MORALES GONZÁLEZ, Fernando
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MORENO BECERRA, María Antonia
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MORÓN VELASCO, Francisco
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ORIHUELA MOTA, Juan
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PÉREZ CORDÓN, Miguel
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PEREZ MUÑECAS, José
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PÉREZ VELASCO, Francisco
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PIÑERO BARROSO, Antonio
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RAMOS SÁNCHEZ, Juan
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ROJAS DE LA VEGA, José
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ROSADO MORENO, Antonio
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RUBIO CABRERA, Enrique
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RUBIO CABRERA, Juan
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SEVILLANO MACHO, Catalina
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SILVA CRUZ, María
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TRAVERSO FERNÁNDEZ, Antonio
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VALVERDE COLÓN, Juan
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VALLE ROMÁN, PEDRO
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VEGA GARCÍA, Francisco
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VEGA GARCÍA, José
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TLN | JOSÉ LUIS GUTIÉRREZ MOLINA (RMHSA-CGT.A) | 22-6-2017
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En la mañana de ayer, en el salón de plenos del ayuntamientote Paterna, se entregaron, por parte de la Dirección General de Memoria Histórica, los resultados de las pruebas de ADN realizadas a diversos familiares de Paterna de Rivera y que han sido cruzados, en el Instituto Genyo de Granada, con muestras de los restos de la exhumación en la fosa común del cementerio.
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En todos los casos los resultados han sido negativos. Es decir que no se han podido confirmar los vínculos genéticos entre los perfiles de los familiares con los de los restos. Por tanto, ni los familiares de Francisco Traverso, ni los de José y Francisco Vega, “Los Chaleros”, ni los de Francisco Arillo, ni los de Miguel “Lagares” Barroso, ni los de María Silva, “La Libertaria” han podido recuperar a sus familiares entre los diez cadáveres, ocho hombres y dos mujeres, exhumados hace casi dos años en el cementerio de la población con evidentes muestras de violencia.
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Una vez más, el tiempo pasado, la falta de información, los silencios y ocultamientos interesados y otros factores diversos han conseguido que el duelo de esas familias no se termine de cerrar con la recuperación de los restos. En esta ocasión, como en tantos otros, con dos personas que rebasan los noventa años, una de ellas los cien: hijo y hermana de asesinadas respectivamente.
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Es en estas situaciones, cuando el dolor se hace insoportable, la tristeza infinita y la rabia sube por el cuerpo, cuando, más que nunca, hay que decir que lo ocurrido no se puede considerar un fracaso. No puede serlo cuando se trata de una acción destinada a reparar tanta ignominia consentida durante tantos años. Al contrario, es un día para, a pesar de todo, sentirse orgullosos. Hoy, los familiares que se empeñaron en la búsqueda de los suyos, pueden sentirse satisfechos porque, gracias a ellos, Paterna es más digna que ayer.
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Cuando exhumamos e identificamos no devolvemos la dignidad a las víctimas. Nos la damos a nosotros mismos responsables –cada uno en su medida- de que hagamos llegado hasta aquí como hemos llegado.
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Hoy podemos pensar que se ha fracasado. No estoy tan seguro. No sólo porque se puede seguir caminando sino porque ocho víctimas han sido recuperadas. No sabremos sus nombres, ni sus familias que ahora, por fin, gracias al tesón de sus compañeros, ya no serán pisoteados y están enterrados, ahora sí, dignamente. Porque la dignidad, las víctimas, nunca la perdieron.
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Como dicen, estamos y seguiremos caminando.
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Hoy, más que nunca, recordemos los nombres de los asesinados en Paterna:
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ARIAS PANTOJA, María
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ARILLO BARROSO, Francisco
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BARROSO BECERRA, Miguel
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CABALLERO TORREJÓN, Miguel
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“CHOPO, El”, Antonio
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COBELO MENACHO, Juan
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COCA SANTOS, Francisco
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DÁVILA BARRIOS, Diego
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DÁVILA BARRIOS, Juan
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GALVÍN CANDÓN, Julián
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GARCÍA ARIAS, Bartolomé
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GARCÍA LOZANO, Miguel
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GARCIA ORIHUELA, ANTONIO
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GONZÁLEZ, Rafael
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HERNÁNDEZ PÉREZ, Pedro
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JAÉN BENAVIDES, JOSÉ
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MATA “EL CABEZALERO”
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MENACHO DÍAZ, Martín
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MENACHO VILLEGAS, Francisco
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MORALES GONZÁLEZ, Fernando
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PÉREZ CORDÓN, Miguel
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PEREZ MUÑECAS, José
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PÉREZ VELASCO, Francisco
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PIÑERO BARROSO, Antonio
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RAMOS SÁNCHEZ, Juan
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ROSADO MORENO, Antonio
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RUBIO CABRERA, Enrique
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RUBIO CABRERA, Juan
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SEVILLANO MACHO, Catalina
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SILVA CRUZ, María
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VALVERDE COLÓN, Juan
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VALLE ROMÁN, PEDRO
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VEGA GARCÍA, Francisco
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VEGA GARCÍA, José
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En la mañana de ayer, en el salón de plenos del ayuntamientote Paterna, se entregaron, por parte de la Dirección General de Memoria Histórica, los resultados de las pruebas de ADN realizadas a diversos familiares de Paterna de Rivera y que han sido cruzados, en el Instituto Genyo de Granada, con muestras de los restos de la exhumación en la fosa común del cementerio.
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En todos los casos los resultados han sido negativos. Es decir que no se han podido confirmar los vínculos genéticos entre los perfiles de los familiares con los de los restos. Por tanto, ni los familiares de Francisco Traverso, ni los de José y Francisco Vega, “Los Chaleros”, ni los de Francisco Arillo, ni los de Miguel “Lagares” Barroso, ni los de María Silva, “La Libertaria” han podido recuperar a sus familiares entre los diez cadáveres, ocho hombres y dos mujeres, exhumados hace casi dos años en el cementerio de la población con evidentes muestras de violencia.
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Una vez más, el tiempo pasado, la falta de información, los silencios y ocultamientos interesados y otros factores diversos han conseguido que el duelo de esas familias no se termine de cerrar con la recuperación de los restos. En esta ocasión, como en tantos otros, con dos personas que rebasan los noventa años, una de ellas los cien: hijo y hermana de asesinadas respectivamente.
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Es en estas situaciones, cuando el dolor se hace insoportable, la tristeza infinita y la rabia sube por el cuerpo, cuando, más que nunca, hay que decir que lo ocurrido no se puede considerar un fracaso. No puede serlo cuando se trata de una acción destinada a reparar tanta ignominia consentida durante tantos años. Al contrario, es un día para, a pesar de todo, sentirse orgullosos. Hoy, los familiares que se empeñaron en la búsqueda de los suyos, pueden sentirse satisfechos porque, gracias a ellos, Paterna es más digna que ayer.
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Cuando exhumamos e identificamos no devolvemos la dignidad a las víctimas. Nos la damos a nosotros mismos responsables –cada uno en su medida- de que hagamos llegado hasta aquí como hemos llegado.
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Hoy podemos pensar que se ha fracasado. No estoy tan seguro. No sólo porque se puede seguir caminando sino porque ocho víctimas han sido recuperadas. No sabremos sus nombres, ni sus familias que ahora, por fin, gracias al tesón de sus compañeros, ya no serán pisoteados y están enterrados, ahora sí, dignamente. Porque la dignidad, las víctimas, nunca la perdieron.
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Como dicen, estamos y seguiremos caminando.
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Hoy, más que nunca, recordemos los nombres de los asesinados en Paterna:
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ARIAS PANTOJA, María
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ARILLO BARROSO, Francisco
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BARROSO BECERRA, Miguel
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CABALLERO TORREJÓN, Miguel
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“CHOPO, El”, Antonio
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COBELO MENACHO, Juan
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COCA SANTOS, Francisco
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DÁVILA BARRIOS, Diego
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DÁVILA BARRIOS, Juan
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GALVÍN CANDÓN, Julián
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GARCÍA ARIAS, Bartolomé
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MORALES GONZÁLEZ, Fernando
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MORÓN VELASCO, Francisco
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ORIHUELA MOTA, Juan
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PÉREZ CORDÓN, Miguel
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PEREZ MUÑECAS, José
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PÉREZ VELASCO, Francisco
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PIÑERO BARROSO, Antonio
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ROSADO MORENO, Antonio
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En la mañana de ayer, en el salón de plenos del ayuntamientote Paterna, se entregaron, por parte de la Dirección General de Memoria Histórica, los resultados de las pruebas de ADN realizadas a diversos familiares de Paterna de Rivera y que han sido cruzados, en el Instituto Genyo de Granada, con muestras de los restos de la exhumación en la fosa común del cementerio.
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En todos los casos los resultados han sido negativos. Es decir que no se han podido confirmar los vínculos genéticos entre los perfiles de los familiares con los de los restos. Por tanto, ni los familiares de Francisco Traverso, ni los de José y Francisco Vega, “Los Chaleros”, ni los de Francisco Arillo, ni los de Miguel “Lagares” Barroso, ni los de María Silva, “La Libertaria” han podido recuperar a sus familiares entre los diez cadáveres, ocho hombres y dos mujeres, exhumados hace casi dos años en el cementerio de la población con evidentes muestras de violencia.
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Una vez más, el tiempo pasado, la falta de información, los silencios y ocultamientos interesados y otros factores diversos han conseguido que el duelo de esas familias no se termine de cerrar con la recuperación de los restos. En esta ocasión, como en tantos otros, con dos personas que rebasan los noventa años, una de ellas los cien: hijo y hermana de asesinadas respectivamente.
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Es en estas situaciones, cuando el dolor se hace insoportable, la tristeza infinita y la rabia sube por el cuerpo, cuando, más que nunca, hay que decir que lo ocurrido no se puede considerar un fracaso. No puede serlo cuando se trata de una acción destinada a reparar tanta ignominia consentida durante tantos años. Al contrario, es un día para, a pesar de todo, sentirse orgullosos. Hoy, los familiares que se empeñaron en la búsqueda de los suyos, pueden sentirse satisfechos porque, gracias a ellos, Paterna es más digna que ayer.
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Cuando exhumamos e identificamos no devolvemos la dignidad a las víctimas. Nos la damos a nosotros mismos responsables –cada uno en su medida- de que hagamos llegado hasta aquí como hemos llegado.
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Hoy podemos pensar que se ha fracasado. No estoy tan seguro. No sólo porque se puede seguir caminando sino porque ocho víctimas han sido recuperadas. No sabremos sus nombres, ni sus familias que ahora, por fin, gracias al tesón de sus compañeros, ya no serán pisoteados y están enterrados, ahora sí, dignamente. Porque la dignidad, las víctimas, nunca la perdieron.
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Como dicen, estamos y seguiremos caminando.
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Hoy, más que nunca, recordemos los nombres de los asesinados en Paterna:
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ARIAS PANTOJA, María
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ARILLO BARROSO, Francisco
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BARROSO BECERRA, Miguel
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CABALLERO TORREJÓN, Miguel
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“CHOPO, El”, Antonio
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COBELO MENACHO, Juan
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COCA SANTOS, Francisco
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DÁVILA BARRIOS, Diego
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DÁVILA BARRIOS, Juan
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GALVÍN CANDÓN, Julián
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GARCÍA ARIAS, Bartolomé
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GARCÍA LOZANO, Miguel
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GARCIA ORIHUELA, ANTONIO
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GONZÁLEZ, Rafael
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JAÉN BENAVIDES, JOSÉ
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MATA “EL CABEZALERO”
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MENACHO DÍAZ, Martín
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MENACHO VILLEGAS, Francisco
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MORALES GONZÁLEZ, Fernando
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MORENO BECERRA, María Antonia
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PÉREZ VELASCO, Francisco
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PIÑERO BARROSO, Antonio
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RAMOS SÁNCHEZ, Juan
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ROJAS DE LA VEGA, José
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ROSADO MORENO, Antonio
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RUBIO CABRERA, Enrique
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SEVILLANO MACHO, Catalina
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En la mañana de ayer, en el salón de plenos del ayuntamientote Paterna, se entregaron, por parte de la Dirección General de Memoria Histórica, los resultados de las pruebas de ADN realizadas a diversos familiares de Paterna de Rivera y que han sido cruzados, en el Instituto Genyo de Granada, con muestras de los restos de la exhumación en la fosa común del cementerio.
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En todos los casos los resultados han sido negativos. Es decir que no se han podido confirmar los vínculos genéticos entre los perfiles de los familiares con los de los restos. Por tanto, ni los familiares de Francisco Traverso, ni los de José y Francisco Vega, “Los Chaleros”, ni los de Francisco Arillo, ni los de Miguel “Lagares” Barroso, ni los de María Silva, “La Libertaria” han podido recuperar a sus familiares entre los diez cadáveres, ocho hombres y dos mujeres, exhumados hace casi dos años en el cementerio de la población con evidentes muestras de violencia.
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Una vez más, el tiempo pasado, la falta de información, los silencios y ocultamientos interesados y otros factores diversos han conseguido que el duelo de esas familias no se termine de cerrar con la recuperación de los restos. En esta ocasión, como en tantos otros, con dos personas que rebasan los noventa años, una de ellas los cien: hijo y hermana de asesinadas respectivamente.
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Es en estas situaciones, cuando el dolor se hace insoportable, la tristeza infinita y la rabia sube por el cuerpo, cuando, más que nunca, hay que decir que lo ocurrido no se puede considerar un fracaso. No puede serlo cuando se trata de una acción destinada a reparar tanta ignominia consentida durante tantos años. Al contrario, es un día para, a pesar de todo, sentirse orgullosos. Hoy, los familiares que se empeñaron en la búsqueda de los suyos, pueden sentirse satisfechos porque, gracias a ellos, Paterna es más digna que ayer.
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Cuando exhumamos e identificamos no devolvemos la dignidad a las víctimas. Nos la damos a nosotros mismos responsables –cada uno en su medida- de que hagamos llegado hasta aquí como hemos llegado.
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Hoy podemos pensar que se ha fracasado. No estoy tan seguro. No sólo porque se puede seguir caminando sino porque ocho víctimas han sido recuperadas. No sabremos sus nombres, ni sus familias que ahora, por fin, gracias al tesón de sus compañeros, ya no serán pisoteados y están enterrados, ahora sí, dignamente. Porque la dignidad, las víctimas, nunca la perdieron.
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Como dicen, estamos y seguiremos caminando.
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Hoy, más que nunca, recordemos los nombres de los asesinados en Paterna:
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ARIAS PANTOJA, María
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ARILLO BARROSO, Francisco
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BARROSO BECERRA, Miguel
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CABALLERO TORREJÓN, Miguel
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“CHOPO, El”, Antonio
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COBELO MENACHO, Juan
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COCA SANTOS, Francisco
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DÁVILA BARRIOS, Diego
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DÁVILA BARRIOS, Juan
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GALVÍN CANDÓN, Julián
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GARCÍA ARIAS, Bartolomé
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GARCIA ORIHUELA, ANTONIO
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PÉREZ CORDÓN, Miguel
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PEREZ MUÑECAS, José
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PÉREZ VELASCO, Francisco
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PIÑERO BARROSO, Antonio
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RAMOS SÁNCHEZ, Juan
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ROJAS DE LA VEGA, José
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ROSADO MORENO, Antonio
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RUBIO CABRERA, Enrique
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RUBIO CABRERA, Juan
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SEVILLANO MACHO, Catalina
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SILVA CRUZ, María
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TRAVERSO FERNÁNDEZ, Antonio
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VALLE ROMÁN, PEDRO
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VEGA GARCÍA, Francisco
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VEGA GARCÍA, José
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En la mañana de ayer, en el salón de plenos del ayuntamientote Paterna, se entregaron, por parte de la Dirección General de Memoria Histórica, los resultados de las pruebas de ADN realizadas a diversos familiares de Paterna de Rivera y que han sido cruzados, en el Instituto Genyo de Granada, con muestras de los restos de la exhumación en la fosa común del cementerio.
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En todos los casos los resultados han sido negativos. Es decir que no se han podido confirmar los vínculos genéticos entre los perfiles de los familiares con los de los restos. Por tanto, ni los familiares de Francisco Traverso, ni los de José y Francisco Vega, “Los Chaleros”, ni los de Francisco Arillo, ni los de Miguel “Lagares” Barroso, ni los de María Silva, “La Libertaria” han podido recuperar a sus familiares entre los diez cadáveres, ocho hombres y dos mujeres, exhumados hace casi dos años en el cementerio de la población con evidentes muestras de violencia.
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Una vez más, el tiempo pasado, la falta de información, los silencios y ocultamientos interesados y otros factores diversos han conseguido que el duelo de esas familias no se termine de cerrar con la recuperación de los restos. En esta ocasión, como en tantos otros, con dos personas que rebasan los noventa años, una de ellas los cien: hijo y hermana de asesinadas respectivamente.
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Es en estas situaciones, cuando el dolor se hace insoportable, la tristeza infinita y la rabia sube por el cuerpo, cuando, más que nunca, hay que decir que lo ocurrido no se puede considerar un fracaso. No puede serlo cuando se trata de una acción destinada a reparar tanta ignominia consentida durante tantos años. Al contrario, es un día para, a pesar de todo, sentirse orgullosos. Hoy, los familiares que se empeñaron en la búsqueda de los suyos, pueden sentirse satisfechos porque, gracias a ellos, Paterna es más digna que ayer.
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Cuando exhumamos e identificamos no devolvemos la dignidad a las víctimas. Nos la damos a nosotros mismos responsables –cada uno en su medida- de que hagamos llegado hasta aquí como hemos llegado.
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Hoy podemos pensar que se ha fracasado. No estoy tan seguro. No sólo porque se puede seguir caminando sino porque ocho víctimas han sido recuperadas. No sabremos sus nombres, ni sus familias que ahora, por fin, gracias al tesón de sus compañeros, ya no serán pisoteados y están enterrados, ahora sí, dignamente. Porque la dignidad, las víctimas, nunca la perdieron.
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Como dicen, estamos y seguiremos caminando.
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Hoy, más que nunca, recordemos los nombres de los asesinados en Paterna:
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ARIAS PANTOJA, María
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ARILLO BARROSO, Francisco
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BARROSO BECERRA, Miguel
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CABALLERO TORREJÓN, Miguel
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“CHOPO, El”, Antonio
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COBELO MENACHO, Juan
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DÁVILA BARRIOS, Juan
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HERNÁNDEZ PÉREZ, Pedro
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JAÉN BENAVIDES, JOSÉ
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MATA “EL CABEZALERO”
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MENACHO DÍAZ, Martín
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MENACHO VILLEGAS, Francisco
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MORALES GONZÁLEZ, Fernando
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MORENO BECERRA, María Antonia
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MORÓN VELASCO, Francisco
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ORIHUELA MOTA, Juan
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PÉREZ CORDÓN, Miguel
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PEREZ MUÑECAS, José
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PÉREZ VELASCO, Francisco
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PIÑERO BARROSO, Antonio
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RAMOS SÁNCHEZ, Juan
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ROJAS DE LA VEGA, José
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ROSADO MORENO, Antonio
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RUBIO CABRERA, Enrique
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RUBIO CABRERA, Juan
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SEVILLANO MACHO, Catalina
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SILVA CRUZ, María
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TRAVERSO FERNÁNDEZ, Antonio
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VALVERDE COLÓN, Juan
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VEGA GARCÍA, Francisco
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VELASCO PANAL, Domingo
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TLN | JOSÉ LUIS GUTIÉRREZ MOLINA (RMHSA-CGT.A) | 22-6-2017
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En la mañana de ayer, en el salón de plenos del ayuntamientote Paterna, se entregaron, por parte de la Dirección General de Memoria Histórica, los resultados de las pruebas de ADN realizadas a diversos familiares de Paterna de Rivera y que han sido cruzados, en el Instituto Genyo de Granada, con muestras de los restos de la exhumación en la fosa común del cementerio.
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En todos los casos los resultados han sido negativos. Es decir que no se han podido confirmar los vínculos genéticos entre los perfiles de los familiares con los de los restos. Por tanto, ni los familiares de Francisco Traverso, ni los de José y Francisco Vega, “Los Chaleros”, ni los de Francisco Arillo, ni los de Miguel “Lagares” Barroso, ni los de María Silva, “La Libertaria” han podido recuperar a sus familiares entre los diez cadáveres, ocho hombres y dos mujeres, exhumados hace casi dos años en el cementerio de la población con evidentes muestras de violencia.
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Una vez más, el tiempo pasado, la falta de información, los silencios y ocultamientos interesados y otros factores diversos han conseguido que el duelo de esas familias no se termine de cerrar con la recuperación de los restos. En esta ocasión, como en tantos otros, con dos personas que rebasan los noventa años, una de ellas los cien: hijo y hermana de asesinadas respectivamente.
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Es en estas situaciones, cuando el dolor se hace insoportable, la tristeza infinita y la rabia sube por el cuerpo, cuando, más que nunca, hay que decir que lo ocurrido no se puede considerar un fracaso. No puede serlo cuando se trata de una acción destinada a reparar tanta ignominia consentida durante tantos años. Al contrario, es un día para, a pesar de todo, sentirse orgullosos. Hoy, los familiares que se empeñaron en la búsqueda de los suyos, pueden sentirse satisfechos porque, gracias a ellos, Paterna es más digna que ayer.
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Cuando exhumamos e identificamos no devolvemos la dignidad a las víctimas. Nos la damos a nosotros mismos responsables –cada uno en su medida- de que hagamos llegado hasta aquí como hemos llegado.
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Hoy podemos pensar que se ha fracasado. No estoy tan seguro. No sólo porque se puede seguir caminando sino porque ocho víctimas han sido recuperadas. No sabremos sus nombres, ni sus familias que ahora, por fin, gracias al tesón de sus compañeros, ya no serán pisoteados y están enterrados, ahora sí, dignamente. Porque la dignidad, las víctimas, nunca la perdieron.
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Como dicen, estamos y seguiremos caminando.
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Hoy, más que nunca, recordemos los nombres de los asesinados en Paterna:
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ARIAS PANTOJA, María
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BARROSO BECERRA, Miguel
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CABALLERO TORREJÓN, Miguel
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“CHOPO, El”, Antonio
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COBELO MENACHO, Juan
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COCA SANTOS, Francisco
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DÁVILA BARRIOS, Diego
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DÁVILA BARRIOS, Juan
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GALVÍN CANDÓN, Julián
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GARCÍA ARIAS, Bartolomé
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GARCÍA LOZANO, Miguel
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GARCIA ORIHUELA, ANTONIO
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GONZÁLEZ, Rafael
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HERNÁNDEZ PÉREZ, Pedro
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JAÉN BENAVIDES, JOSÉ
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MATA “EL CABEZALERO”
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MENACHO DÍAZ, Martín
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MENACHO VILLEGAS, Francisco
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MORALES GONZÁLEZ, Fernando
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MORENO BECERRA, María Antonia
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MORÓN VELASCO, Francisco
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ORIHUELA MOTA, Juan
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PÉREZ CORDÓN, Miguel
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PEREZ MUÑECAS, José
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PÉREZ VELASCO, Francisco
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PIÑERO BARROSO, Antonio
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RAMOS SÁNCHEZ, Juan
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ROJAS DE LA VEGA, José
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ROSADO MORENO, Antonio
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RUBIO CABRERA, Enrique
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RUBIO CABRERA, Juan
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SEVILLANO MACHO, Catalina
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SILVA CRUZ, María
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TRAVERSO FERNÁNDEZ, Antonio
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VALVERDE COLÓN, Juan
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VALLE ROMÁN, PEDRO
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VEGA GARCÍA, Francisco
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VEGA GARCÍA, José
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VELASCO PANAL, Domingo
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