La huelga de 137 días en Acerinox marcó un punto de inflexión en la empresa. Tras el descontento con los sindicatos mayoritarios, varias personas trabajadoras decidieron afiliarse a la Confederación General del Trabajo (CGT), destacando su respaldo jurídico y sindical. Una de las figuras clave en esta lucha fue Alberto Padilla, miembro independiente del comité de empresa, quien encontró en CGT un apoyo incondicional.
Creación de la Sección Sindical de CGT en Acerinox Europa
El 28 de junio de 2024, CGT formalizó su sección sindical en Acerinox Europa. En una asamblea, las personas afiliadas eligieron a Alberto Padilla como representante sindical. Padilla, quien ya formaba parte del comité de empresa, asumió además el rol de delegado sindical de CGT, compaginándolo con su labor en mantenimiento eléctrico.
Sin embargo, la dirección de Acerinox respondió con hostilidad. Al incluir en su firma corporativa sus cargos sindicales, la empresa lo acusó de cometer una infracción «muy grave». En lugar de proporcionarle un correo corporativo para sus funciones sindicales, inició un expediente disciplinario en su contra.
El 5 de noviembre de 2024, Acerinox formalizó un expediente disciplinario contra Alberto Padilla. En respuesta, CGT y su asesoría jurídica presentaron alegaciones, denunciando varias irregularidades:
- Falta de precisiones en la acusación: No se especificaron ni la fecha ni la hora de los supuestos hechos.
- Intento de fraude de ley: Se calificó la falta como «muy grave» para evitar la prescripción.
- Represión sindical: No se notificó a CGT, vulnerando su derecho a representación.
- Falta de argumentación legal: No se mencionó ningún artículo del convenio colectivo que justificara la sanción.
- Discriminación: Ningún otro representante sindical fue sancionado en términos similares.
CGT argumentó que estas acciones vulneran derechos fundamentales reconocidos en la Constitución Española (artículos 7 y 28.1 CE), la Ley Orgánica de Libertad Sindical (LOLS) y tratados internacionales como el Convenio 87 de la OIT.
Represión contra CGT en Acerinox
Acerinox se negó a reconocer la sección sindical de CGT y a su delegado, obstaculizando la comunicación sindical y las gestiones internas. Mientras tanto, los sindicatos mayoritarios negociaban a espaldas del comité independiente y de CGT, acordando un «plan de rejuvenecimiento», un ERE encubierto que excluía a sectores críticos con la dirección.
CGT denunció esta situación públicamente mediante un folletín informativo, lo que provocó una respuesta agresiva por parte de la empresa. Desde Recursos Humanos se emitieron amenazas explícitas contra Alberto Padilla y otras personas trabajadoras disidentes.
CGT Acerinox Europa: Luchando desde su nacimiento
Desde su creación, la sección sindical de CGT en Acerinox Europa ha demostrado su firmeza en la defensa de los derechos laborales. La persecución sindical que enfrentan no ha hecho más que fortalecer su determinación en la lucha por una representación real y combativa en la empresa.
Ante la negativa de Acerinox a reconocer la sección sindical de CGT y la represión ejercida, CGT llevará el caso a instancias autonómicas, estatales e incluso europeas. La situación deja en evidencia un intento claro de la empresa por limitar la representatividad sindical y silenciar a quienes no se pliegan a sus intereses.
Los siete sindicalistas independientes, entre ellos Padilla y miembros de ATA, han manifestado su compromiso de no permitir este atropello contra la libertad sindical. La batalla legal ya está en marcha.
Desde CGT Andalucía, Ceuta y Melilla

reafirmamos nuestro compromiso con la defensa de los derechos de la clase trabajadora y denunciamos públicamente la represión sindical ejercida por Acerinox.


