Vivir con dignidad
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Este año, esta organización sindical ha elegido a varias personas y un colectivo para mostrar el valor de las personas. Este año han sido unas, y en años anteriores fueron otras y otros. Aunque el gesto llene de orgullo a sus receptores, no deja de evidenciar la trágica situación que nos rodea, tanto en el mundo social como en el laboral, donde cada vez con peores herramientas y condiciones debemos aguantar la subsistencia.
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De los galardones de este año, el concedido al servicio de Ayuda a domicilio es el que más me hace reflexionar, porque me resulta impensable que una ayuda más que necesaria en muchos hogares actuales y futuros, esté rodeada de esa falta de recursos y precariedad. De esa falta de conciencia sobre la realidad humana que está condenada a la senectud.
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Probablemente, muchas personas que hoy en día deciden que la externalización de este tipo de servicios a empresas piratas son la mejor solución, piensan que están libres de encontrarse en una situación de vulnerabilidad, que nunca van a necesitar que alguien les limpie el culo. Lo más probable es que si la vida nos da la oportunidad, ese terrible momento llegará y sería deseable tener ese pilar de ayuda tras esta vida de esfuerzo y lucha para al menos vivir con dignidad la última etapa de nuestros días.
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Espero por nuestro bien, que este sea el último galardón que haya que darle al colectivo, porque eso significará que sus condiciones han cambiado y con ello, que el servicio de Ayuda a domicilio se convierta en ese pilar tan necesario para terminar la vida viviendo con dignidad.
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Carol Garrido
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