Granada, 28 de febrero – En un acto de unidad y convicción, Granada se convirtió en el escenario de una gran movilización social. Miles de personas, convocadas por las Marchas de la Dignidad, apoyadas por CGT de Andalucía, Ceuta y Melilla, así como por otros colectivos y sectores, se sumaron a las Marchas de la Dignidad para reivindicar la defensa de lo público y abogar por una vida digna para todos.
Esta manifestación también ha servido para reivindicar y visibilizar la represión que sufre la clase trabajadora en el momento en que intenta exigir sus derechos, ya sea a través de multas o ya sea a través de la ley mordaza u otras leyes que se utilizan siempre para callar la.
La manifestación fue una muestra palpable de la fuerza colectiva y de la resistencia social frente a las políticas que amenazan el bienestar y la estabilidad de la población menoscabando sus derechos.
Este evento no solo fue una plataforma para la protesta local, sino de toda Andalucía y que también se extendió a una dimensión internacional con un enfático apoyo al pueblo palestino. La CGT de Andalucía, Ceuta y Melilla y los demás colectivos se unieron para denunciar lo que consideran actos inaceptables por parte de Israel, comprometiéndose a mantener viva la solidaridad con Palestina frente a cualquier intento de represión.
El evento demostró que la comunidad andaluza está dispuesta a luchar por el pan, el trabajo, el techo y la dignidad, siguiendo el espíritu del lema «Andalucía, movilízate». La CGT y los demás colectivos reafirman su compromiso de continuar la defensa de los derechos fundamentales y de trabajar incansablemente hacia un futuro donde prevalezcan la equidad y la justicia social.
La marcha en Granada ha sido un claro reflejo de la determinación y la unidad de los andaluces. La solidaridad y el compromiso con causas justas se mantendrán firmes, asegurando que la lucha por un mundo más justo no solo sigue, sino que se fortalece con cada acto de valentía y convicción.
Gobierne quien gobierne, los derechos y lo público se defienden.
