La Confederación General del Trabajo (CGT) participó en la manifestación convocada en Sevilla en memoria de Mamouth Bakhum, un joven senegalés que perdió la vida en extrañas circunstancias tras ser perseguido por agentes de la Policía Local. La movilización, impulsada por la comunidad senegalesa de la ciudad, organizada en torno a la Asociación de Senegaleses de Sevilla, congregó a cientos de personas en la Plaza de la Gavidia para exigir claridad en la investigación, justicia por la muerte de Mamouth y el fin del racismo institucional.
Desde CGT-A, se expresó una firme condena a los hechos que rodearon este trágico suceso. Mamouth, un vendedor ambulante, popularmente un mantero, supuestamente habría caído al río Guadalquivir durante una persecución policial acaecida el pasado 30 de diciembre, falleciendo ahogado ya que no sabía nadar. La falta de información transparente por parte de las autoridades ha despertado una oleada de indignación y dolor, especialmente entre los colectivos migrantes y antirracistas de la ciudad. Testigos presenciales afirman que Mamouth no se tiró al río voluntariamente, como afirman fuentes oficiales y medios de comunicación incompetentes que asumen esa versión sn más, sin tener en cuenta informaciones directas obtenidas sobre el terreno.
Durante la concentración, en la que la CGT se hizo presente en apoyo a los derechos humanos y contra el racismo, se sucedieron mensajes de unidad y exigencias de justicia, denunciando lo que consideramos un patrón permanente de criminalización y violencia hacia los migrantes y vendedores ambulantes.
CGT luchará para que la muerte de Mamouth no quede en el olvido. Su vida importa, por eso exigimos una investigación independiente y el cese de las políticas que persiguen a los más vulnerables. CGT reitera su apoyo a las reivindicaciones de las personas migrantes y trabajadoras, subrayando que esta trágica muerte pone de manifiesto el racismo estructural y las prácticas policiales que perpetúan la vulnerabilidad de los colectivos marginados.
Nuestras principales demandas en este sentido son las siguientes:
- Esclarecimiento de los hechos: Exigimos una investigación transparente e imparcial que aclare las circunstancias de la persecución y la muerte de Mamouth Bakhum sin recibir ayuda alguna.
- Justicia y rendición de cuentas: Identificación de responsabilidades y sanciones correspondientes en caso de que se confirmen negligencias o abusos por parte de las autoridades.
- Fin de la criminalización de los vendedores ambulantes: Protección de los derechos laborales y humanos de estas personas, que a menudo enfrentan persecuciones desproporcionadas.
- Medidas contra el racismo institucional: Reformas en los cuerpos policiales y políticas públicas para garantizar un trato justo y equitativo hacia todas las personas, sin importar su origen o estatus migratorio.
- Poner fin a la represión de la solidaridad con Mamouth a su inculpación y criminalización.
Desde la CGT, se destacamos la importancia de seguir visibilizando estas injusticias y construyendo redes de apoyo con los colectivos migrantes. La muerte de Mamouth no es un hecho aislado. Forma parte de un sistema que deshumaniza y precariza a quienes buscan una vida digna. Seguiremos luchando hasta que la justicia y la igualdad sean una realidad.
La concentración, que transcurrió de manera pacífica y emotiva, finalizó con un minuto de silencio en memoria de Mamouth. Las personas asistentes alzaron sus voces demandando justicia en una muestra de unidad y solidaridad, reafirmando su compromiso de no dejar que este caso caiga en el olvido o se tape bajo una montaña de falsos testimonios.
La CGT-A reitera su llamado a las autoridades para que actúen con responsabilidad y transparencia, y anima a la ciudadanía a mantenerse alerta y comprometida en la defensa de los derechos humanos. La memoria de Mamouth debe ser un recordatorio de la necesidad urgente de construir una sociedad más justa, inclusiva y libre de racismo.