La dura huelga del sector del metal en Cádiz continúa por tercer día consecutivo tras la ruptura de las negociaciones entre patronal y los sindicatos.
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Doce horas duró la reunión de la mesa negociadora en Sevilla, pero no hubo acuerdo. A consecuencia de ello, los trabajadores han reanudado este jueves las barricadas, los cortes de tráficos y las concentraciones en las puertas de industrias tractoras como Navantia, Airbus o Alestis.
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Los piquetes informativos han cortado el acceso a Cádiz por el puente Carranza hasta que ha llegado un fuerte operativo policial para dispersar a los manifestantes y restablecer el tráfico.
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La Policía Nacional, que en los últimos dos días ha cargado duramente contra los trabajadores, quienes ofrecieron asimismo una dura resistencia, ha preparado un fuerte dispositivo desde primera hora de la mañana en la carretera industrial gaditana.
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El responsable de Industria de CCOO, Juan Linares, culpa a la patronal por no haber planteado ninguna propuesta y haberse levantado de la mesa. “Han actuado de mala fe. Hoy más que ayer van a ser responsables de lo que pase en las calles de Cádiz”, ha dicho Linares en declaraciones a Canal Sur Radio.
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El representante de CCOO muestra preocupación, no porque no se logren las reivindicaciones de los trabajadores, sino porque la base comienza a radicalizarse y muestra disposición a tomar la lucha en sus manos para torcerle el brazo a la patronal. Por ello el Gobierno, agente directo de las patronales, ha enviado a la Policía y los antidisturbios a atacar a los obreros.
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Los trabajadores del metal han salido a la huelga hace ya cuatro días por la negativa de la patronal a conceder subidas salariales que permitan recuperar lo perdido por la inflación. Mientras CCOO y UGT están pidiendo en la Mesa Negociadora subidas del 2, 2,5 y 3%, otros sindicatos convocantes como CGT piden aumentos del 6 y 7%.
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Pero también luchan por terminar con la precariedad y el despotismo patronal, por un convenio digno y la rebaja de cuatro a diez horas de trabajo cada año en el marco del nuevo convenio colectivo, por valores mínimos del Plus TTP, por una cláusula de revisión salarial a fin de año según el IPC acumulado a fin de año, un salario mínimo de 1500 euros en el sector, entre otras demandas. Y también contra el cierre de Airbus Puerto Real, contra los despidos en Alestis y contra la destrucción de empleo en la industria auxiliar que supondría el cierre de la planta de Puerto Real, como plantea CGT.
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La patronal se queja, como siempre, y dice que esas reivindicaciones elementales conllevarían “la desaparición de la industria gaditana, que tendría que competir con la de otras provincias que parten de una situación más ventajosa”. Nada mas lejos de ello. Durante años se han venido forrando a costa de la sobrexplotación, los abusos y la precarización de los trabajadores del metal.
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Los trabajadores del metal han mostrado estos días que cuentan con la potencia para llevar esta lucha al triunfo. La clave es la confianza en sus propias fuerzas. Y, sobre todo, no dejar en manos de las cupulas que participan de la Mesa Negociadora ninguna decisión que no pase por la asamblea.
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