OCTAVO DÍA: SÁBADO 4/11/2023
En el octavo día de nuestra estancia, el amanecer nos encontró en Rabuni, preparándonos para una jornada de intensa reflexión y compromiso. Nuestro objetivo era claro: elaborar las conclusiones de la II Marcha de Mujeres por el Sahara. Este encuentro, realizado con la Ministra de Asuntos Sociales y Promoción de la Mujer, marcó un momento decisivo en nuestra travesía. Entendimos que la Marcha trasciende los días vividos en los campamentos; ahora nos convertimos en la voz de aquellas personas que buscan no ser silenciadas ni invisibilizadas.
La tarde se deslizó en una atmósfera de introspección y preparativos para el regreso. Cada una en su jaima, compartimos los últimos momentos con las familias saharauis que nos acogieron con una hospitalidad inmensurable, creando lazos que perdurarán en el tiempo.
Un aspecto fundamental de nuestra experiencia ha sido la presencia constante y enriquecedora de nuestras acompañantes, intérpretes y cuidadoras. Estas mujeres han sido no solo un puente hacia la comprensión de la realidad saharaui, sino también han enriquecido cada día con su sabiduría, empatía y apoyo. Nuestro agradecimiento es inmenso hacia Mamija Chej, Directora de Promoción de la Mujer del MASPM, Embarka Mulay Brahim, técnica del Observatorio Saharaui de Promoción de la Mujer, y Maila Mohamed, Técnica de la Dirección de Asuntos Sociales del MASPM.
Su apoyo fue crucial para desenvolvernos de manera efectiva en este entorno tan diferente al nuestro. Se han ganado un lugar especial en nuestros corazones, y merecen un reconocimiento especial por su labor incansable. El equipo del Observatorio y las Oficinas Regionales de Atención a la Mujer, incluyendo a Lamina Mohamed Hasenna y Souhaya Blal de Dajla, Enguia Bani, Gapal Lehsen, Jadu Baba, Sukeina Mehdi y Fatimetu Mustafa de Bojador, Matu Mohamed Lamin de Smara, y Zeina Mohamed Fadel y Mariam Jatri de Auserd, han sido fundamentales en esta travesía.
No podemos dejar de mencionar a Galia Salec, cuyo apoyo al equipo del documental sobre la lucha de las mujeres saharauis ha sido paralelo y complementario a nuestra marcha. Una mención especial merece Matu Mohamed Lamin, quien ha estado con nosotras en cada paso, mostrando una fuerza y un tesón que nos han conmovido profundamente.
Ahora nos toca a nosotras, tal como ellas nos han pedido, ser su voz y sus embajadoras. Debemos asegurarnos de que la lucha del pueblo saharaui y sus mujeres no caiga en el olvido ni se silencie más. Nuestro compromiso es claro y resonante: gobernante quien gobierne, el Sahara se defiende.
