CGT ya ha comunicado a la Delegación del Gobierno en Melilla el desarrollo de esta nueva protesta, que coincidirá con el mes y medio anunciado por Randa Mohamed, Consejera de Políticas Sociales y Salud Pública de Melilla, para el relevo de Arquisocial en el centro de menores. Un plazo que, sin necesidad de dotes adivinatorias, se va a incumplir, quedando en evidencia la Consejera en particular y el gobierno de Melilla en general.
CGT quiere expresar con este acto público el malestar reinante en la plantilla, que ve cómo, una vez tras otra, se les miente deliberadamente mientras el tiempo pasa sin soluciones.
Randa Mohamed anunció públicamente el pasado 2 de octubre, en los albores de la marcha cangrejo a paso de tortuga que CGT desarrollaba ese día, que en mes y medio TRAGSA se haría cargo de La Purísima; afirmó, además, que ello supondría la municipalización del servicio (ver hemerotecas). Nunca se pudieron decir más falsedades en tan poco tiempo: ni lo uno ni lo otro. Es más, transcurrido más de un mes desde aquel anuncio, hoy demostrado ficticio, ni siquiera se conoce un nuevo pliego de condiciones para la gestión del centro de menores. Por ende, la plantilla desconoce cuáles serán sus condiciones sociolaborales y económicas, dado que en La Purísima no tienen convenio colectivo propio, mientras que TRAGSA sí. Esto deja a las personas trabajadoras en un verdadero limbo laboral, dada la coexistencia de distintas sentencias y del IV Convenio estatal de reforma.
Mientras tanto, el comité palmero (CCOO), que sigue excluyendo al representante de CGT de cualquier información, y por tanto a toda la plantilla, muestra total complicidad con la opacidad del Gobierno municipal sin preocuparse del futuro próximo ni del devenir de los acontecimientos. Quizá porque algunos de ellos sí tengan asegurado su porvenir, en detrimento de las demás personas que trabajan en el centro de menores.
CGT desconfía del “potaje” que la Consejería está montando, alejado de la transparencia y de soluciones inmediatas. Es por ello que el 13 de noviembre volvemos a salir a la calle a mostrar la espalda a la CAM, que sigue sin ofrecer datos en sus perfiles de órganos de contratación sobre la anunciada concesión a TRAGSA del Centro de Menores La Purísima, pese a que es obligatoria la publicidad y transparencia de los encargos a empresas públicas denominadas “medios propios”. Esta es una obligación a la que están sujetas las administraciones públicas.
En CGT lamentamos que se esté generando un clima de desinformación entre la opinión pública y la propia plantilla, que parece tener como objetivo perturbar, confundir y poner fin a las movilizaciones en defensa de los derechos de las 137 personas trabajadoras de La Purísima mediante falsedades y generación de expectativas alejadas de la realidad. Por eso queremos manifestar alto y claro que la municipalización no es entregar a TRAGSA, sin luz ni taquígrafos, la gestión del centro de menores. TRAGSA no es una empresa municipal.
Dicho esto, solo podemos invitar a quienes distorsionan la realidad a que comprueben los estatutos de la Empresa de Transformación Agraria (TRAGSA) y podrán verificar que la gestión de un centro de menores poco tiene que ver con la agricultura o cuestiones medioambientales. Esto genera muchas dudas a CGT sobre la verosimilitud del anuncio de la consejera, acompañado de la opacidad que rodea el asunto.
CGT exige a la CAM explicaciones y aclaraciones públicas:
- Si TRAGSA gestionase La Purísima, ¿de qué presupuesto estaríamos hablando?
- ¿Qué condiciones laborales y económicas se aplicarían a la plantilla, dado que TRAGSA tiene un convenio colectivo propio?
- ¿Se abonará el plus de residencia?
- ¿Se pagarán las cuantías adeudadas por Arquisocial derivadas de la no aplicación íntegra del IV Convenio estatal de Reforma?
- ¿Va a cumplir TRAGSA las sentencias que condenan a otra empresa?
Desde CGT, además, lanzamos un reto público al comité de empresa para que someta a referéndum entre las personas trabajadoras del centro de menores las opciones de futuro, si se diesen respuestas a las preguntas anteriores.
CGT recuerda que en la ciudad hermana de Ceuta se intentó algo similar al circo que Melilla está montando con La Purísima, con las Brigadas Verdes. Tras someterse a votación en dos ocasiones, tanto el gobierno de la ciudad autónoma como el comité (CCOO) salieron derrotados en su intento de imponer a TRAGSA y sus condiciones sociolaborales. Hoy, las trabajadoras y trabajadores de las Brigadas Verdes pueden decir con orgullo que ganaron, y que serán municipalizados en la empresa OBIMASA, dependiente directamente de la ciudad autónoma.
CGT apuesta firmemente por la municipalización de La Purísima sin experimentos con gaseosa y con transparencia absoluta. Es el momento de quitarse las caretas y de que impere la veracidad por el bien común, evitando más parches de supuestas soluciones mágicas, para que, conforme a las propias palabras de Randa Mohamed, en breve no se vuelva a licitar el Centro para que una empresa privada con ánimo de lucro se haga nuevamente cargo de La Purísima.
CGT sigue clamando por la gestión directa municipal (MUNICIPALIZACIÓN) y, por ello, el 13 de noviembre volvemos a convocar a la plantilla a gritarlo sin tapujos.