Ganadores del II Certamen de Microrelatos Libertarios de 2023

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En este segundo certamen de microrelatos libertarios nos lo habéis vuelto a poner muy difícil para elegir.

Ha habido relatos de distintas temáticas y algunos más o menos creativos, otros que relataban vivencias muy duras de la dictadura genocida franquista que han sido desgarradores y algún otro que nos ha dejado huella al leerlo.

Finalmente, dos de los microrelatos son los que se han llevado el premio por su imaginación y libre pensamiento, con un tono quizás divertido y el otro, por su desenlace.

Sin más, anunciamos las dos personas ganadoras.

Nuestra primera ganadora ha sido Leonor N. Camacho Sillero con su “Fábula en la cocina” que publicamos a continuación:

“-¡Aquí mandamos nosotras! – Dijo una dentro del paquete de salchichas en la cocina.

En cierto modo, se habían auto-proclamado líderes absolutas, ayudadas por el miedo que generaban
sus amenazas y el narcisismo de considerarse unos “seres” elaborados con mil y un aditivos,
colorantes, conservantes…

Llevaban demasiado tiempo así. ¿Tenían cosas buenas? Sí, claro, todo el mundo tiene alguna cosa
que es digna de admiración. Pero lo que nunca se podían imaginar es que, una vez finalizado el
periodo de admiración por la comida basura, lo que vence es la alimentación sana, se desecha lo que
perjudica al sistema, al sistema digestivo. Tristemente para esos pocos elementos que quisieron y
que dominaron una vez la dieta, poco a poco, fueron perdiendo su poder. Encerradas en su paquete
de plástico, seguían pensando en su dominio absoluto aunque lo único que hacían era caducarse y pudrirse”.

La segunda ganadora de este certamen ha sido Natalia Ramos López, con su microrelato “El río” que es el siguiente:

Nadie en el pueblo hacía nada que no fuera trabajar. Los niños no jugaban. El campo daba para comer una vez al día para los miembros de una familia, a veces no todos podían comer, aunque el trabajo sí era para todos.

El zumbar constante de los tábanos, marcaba la jornada, solo mínimamente interrumpido por las ganas de lucha y libertad.
-Eutimio, tenemos que hablar y con los demás también.
-Déjame trabajar, Juan, no quiero problemas ni saber de tus ideas, ni de huelgas.

Miradas de soslayo, que indican la negativa de la propuesta.

Bebe del pocillo, mantiene la mirada fija en los pasquines amontonados, en la cama. Plenilunio, calles desiertas, reparte los panfletos por debajo de las puertas, también en la casa del alcalde.

Dos días sin ir a la siega, saben que no está, pero nadie se pronuncia. Eutemio camina hacia el río; el cuerpo medio desnudo, ahogado entre papeles ensangrentados.”

Muchas gracias a todas las personas participantes y especialmente a las ganadoras.

 

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